El principal organismo de salud pública de África dijo el jueves que el brote de ébola en Uganda estaba bajo control, ya que habían pasado 39 días desde que se informó el último caso confirmado del virus en el país.
Las autoridades confirmaron el brote por primera vez en septiembre y dijeron que era la cepa de Sudán de la enfermedad, para la cual no existe una vacuna comprobada.
El mes pasado, Uganda dio de alta a su último paciente conocido de ébola del hospital y el presidente Yoweri Museveni levantó todas las restricciones de movimiento relacionadas con el ébola, lo que refleja el progreso para frenar la propagación del virus.
El director interino de los CDC de África, Ahmed Ogwell Ouma, dijo en una sesión informativa que si no se reportaban nuevos casos en Uganda para el 10 de enero, entonces el brote habría terminado.
Elogió la excelente coordinación del gobierno de Uganda de las medidas de contención del ébola y dijo que tomó alrededor de 70 días controlar el brote con 142 casos confirmados y 55 muertes. Los ensayos de vacunas contra la cepa sudanesa del ébola estaban en curso, añadió Ouma.
Las autoridades sanitarias africanas han realizado un esfuerzo concertado para aumentar su preparación para responder al ébola tras un brote devastador de la cepa Zaire de la enfermedad en África Occidental en 2014-2016 que mató a 11.300 personas, principalmente en Guinea, Sierra Leona y Liberia.
El ébola provoca vómitos, hemorragias y diarrea y se propaga a través del contacto con los fluidos corporales de los infectados. El virus a veces puede permanecer en los ojos, el sistema nervioso central y los fluidos corporales de los sobrevivientes y reaparecer años después.
La Organización Mundial de la Salud dice que un país debe pasar 42 días, el doble del período máximo de incubación, después del último caso confirmado para que sea declarado libre de ébola.