Florence Pugh usa las redes sociales para asegurarse de que sus seguidores puedan ver tanto su glamorosa personalidad pública como su personalidad privada sin filtrar.
La actriz de Don’t Worry Darling no tiene miedo de mostrar a sus 9,2 millones de seguidores de Instagram todos los lados de sí misma, desde publicar un glamuroso vestido de alta costura en un minuto hasta una selfie poco favorecedora con resaca al siguiente.
En una entrevista de portada con la revista Time, la estrella británica explicó que está tratando de mantener el control de su imagen en una cultura donde los actores son objeto de burlas por su apariencia fuera de servicio en la prensa.
«Nunca mostraría un lado de mí porque eso me está preparando para fallar», compartió. «No quiero que nadie gane dinero al descubrirme siendo yo mismo. Quiero darles todo de mí».
La joven de 27 años señaló que creció en una época en la que las estrellas eran igualmente celebradas por sus apariciones en la alfombra roja y derribadas por «verse normales».
«(Era) solo esta rareza de que a todos les encantara que se vieran un poco tontos ese día. Odio cómo fue casi tu culpa que te vieras así», continuó. «Creo que cuando comencé, quería tener el control de eso. Hago que la gente me vea, no que alguien esté tratando de engañarme o engañarme o ja, ella se ve así, ya sabes, a las 10 a.m. después de la fiesta en el BAFTA».
Florence luego terminó con: «Creo que parte de mí estando en línea, y parte de mí tratando de ser lo más normal posible cuando estoy, y no en alfombras, es para tener control sobre eso. No hay malentendidos de lo que Me veo como en esos escenarios y creo que, en realidad, es bastante liberador».
Además de controlar su imagen, Florence agregó que «nunca tiene miedo» de usar su plataforma cuando necesita dejar las cosas claras sobre los chismes.