La velocidad al caminar puede proporcionar información sobre la salud, que va más allá de la mera movilidad, hasta el punto de que se la considera el «sexto signo vital». Estudios anteriores han sugerido que caminar lentamente se correlaciona con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y un mayor riesgo de mortalidad en las personas mayores.
Un estudio reciente dirigido por el Prof. Kojiro Ishii de la Universidad de Doshisha, en colaboración con el Dr. Yukio Yamamoto, el Dr. Kentaro Ikeue, el Dr. Kan Oishi y el Dr. Takaaki Mori de la Universidad de Doshisha, la Dra. Megumi Kanasaki del Hospital Takeda y el Dr. Hajime Yamakage, el Dr. Noriko Satoh-Asahara y el Dr. Izuru Masuda del Centro Médico de la Organización Hospitalaria Nacional de Kioto, y realizado en Kioto, Japón. exploraron la conexión entre la velocidad subjetiva de la marcha y el riesgo de enfermedades metabólicas, particularmente en personas con obesidad.
Los hallazgos del estudio, publicados en Informes Científicos del 15 de noviembre de 2024, sugieren que evaluar cómo una persona percibe su ritmo al caminar en relación con sus pares podría convertirse en una herramienta vital para la salud pública.
«Este estudio aclaró que incluso las personas con obesidad, que tienen un mayor riesgo de enfermedades metabólicas, tienen menores probabilidades de hipertensión, diabetes mellitus y dislipidemia si informan una velocidad subjetiva de marcha rápida», señala el profesor Ishii.
En el estudio participaron 8.578 personas con obesidad (definida por el índice de masa corporal), 9.626 personas con circunferencia de cintura alta y 6.742 que cumplían ambos criterios. A los participantes se les hizo una única pregunta en un cuestionario de salud: «¿Su velocidad al caminar es más rápida que la de su edad y sexo?»
Según sus respuestas, fueron categorizados como caminantes «rápidos» o «lentos». Los resultados mostraron que las personas que se identificaban como caminantes más rápidos tenían riesgos significativamente menores de diabetes (30% menos) y reducciones menores pero notables en los riesgos de hipertensión y dislipidemia.
«Este cuestionario está incluido en un protocolo estandarizado del Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar de Japón», explica el Dr. Ishii. «Esto permitió una evaluación rápida y sencilla sin necesidad de equipo especializado».
La simplicidad y accesibilidad de esta medida la hace ideal para su aplicación en entornos clínicos y de salud pública. La velocidad subjetiva de la marcha es autoinformada y se incorpora fácilmente en los exámenes estándar, a diferencia de la velocidad objetiva de la marcha, que necesita recursos, tiempo y espacio para evaluarse. Esto se alinea con las pautas japonesas de exámenes de salud, que enfatizan la detección del síndrome metabólico y la obesidad.
Los investigadores atribuyeron sus hallazgos a la relación entre la velocidad al caminar y la salud en general. Los que caminan más rápido suelen demostrar una mejor aptitud cardiorrespiratoria, lo que se asocia con niveles más bajos de inflamación y estrés oxidativo, dos factores clave de las enfermedades metabólicas.
Según el estudio, las personas que caminan rápido pueden estar más en forma y tener un menor riesgo de enfermedades metabólicas. Además de reducir el riesgo de enfermedades metabólicas, fomentar caminar más rápido, incluso subjetivamente, podría ayudar a prevenir el «efecto dominó metabólico», donde la obesidad conduce a enfermedades relacionadas con el estilo de vida. La obesidad es el primer paso de esta cascada, que luego avanza hacia enfermedades como la demencia y las enfermedades cardiovasculares.
El Dr. Ishii enfatiza: «Promover un ritmo de caminata más rápido puede ser un comportamiento individual útil para ayudar a prevenir enfermedades metabólicas, particularmente en personas con obesidad».
A pesar de ser transversal y no poder establecer la causalidad, los hallazgos del estudio se alinean con investigaciones anteriores sobre el ritmo de caminata y los resultados de salud. Futuras investigaciones a largo plazo podrían validar estos hallazgos e investigar los procesos precisos detrás de las correlaciones observadas.
En general, el estudio destaca cómo las mediciones subjetivas de la velocidad al caminar podrían revolucionar la identificación de personas de alto riesgo y ayudar a prevenir los trastornos metabólicos relacionados con la obesidad, especialmente cuando se incorporan a los exámenes de salud de rutina.
Resulta que una simple pregunta como «¿Tu velocidad al caminar es más rápida que la de tus compañeros?» podría proporcionar información que salve vidas.
Más información:
Yuiko Yamamoto et al, Asociación entre la velocidad subjetiva de la marcha y las enfermedades metabólicas en personas con obesidad: un análisis transversal, Informes Científicos (2024). DOI: 10.1038/s41598-024-78541-w
Citación: La velocidad subjetiva de la marcha puede servir como un simple predictor de la salud metabólica en personas obesas (2024, 19 de diciembre) recuperado el 19 de diciembre de 2024 de https://medicalxpress.com/news/2024-12-subjective-simple-predictor-metabolic-health .html
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