El ciclón Mocha azotó la costa de Myanmar el 14 de mayo con vientos sostenidos de más de 220 kilómetros por hora (137 mph). Cientos de musulmanes rohingya murieron cuando la tormenta azotó el estado de Rakhine, en el oeste de Myanmar, según informes de RFA.
Unos 130.000 rohingya han vivido durante más de una década en campos de desplazados internos en Sittwe, la capital de Rakhine y sus alrededores. Los campamentos están mal financiados por la junta y son administrados por grupos de voluntarios.
Casi un millón de rohingyas se vieron obligados a abandonar sus hogares en el estado de Rakhine tras la represión militar contra la minoría musulmana en 2017. Alrededor de 740.000 huyeron a Bangladesh y viven en Cox’s Bazar, también golpeado duramente por el ciclón Mocha.
Si bien el número de muertos fue significativamente menor en otras partes de Sittwe, el daño causado por la tormenta fue considerable. En aldeas como Kyay Taw Paik Seik, los trabajadores humanitarios dicen que los residentes necesitan con urgencia refugios y agua potable, ya que el agua del mar se ha mezclado con la mayoría de los embalses debido a las inundaciones que siguieron a la tormenta.