Las autoridades de Zimbabwe anunciarán un nuevo y revisado llamamiento de ayuda para la sequía, a medida que empeora el impacto de la sequía inducida por El Niño.
En abril, el presidente de Zimbabwe, Emmerson Mnangagwa, declaró la temporada agrícola 2023-2024 como estado de desastre nacional e indicó además que su país necesitaría más de dos mil millones de dólares para evitar la inseguridad alimentaria.
Según el informe de evaluación de cosechas del gobierno, la cosecha de maíz de la temporada actual ha disminuido más del 72% en comparación con la temporada anterior.
El actual fenómeno climático de El Niño ha reducido drásticamente las precipitaciones en todo el sur de África, lo que ha resultado en una reducción de las cosechas de muchos agricultores que dependen de la agricultura de secano.
El calor prolongado también ha empeorado la situación, incluida la de las familias urbanas, ya que el número de hogares con inseguridad alimentaria sigue aumentando.
Como resultado, las autoridades están haciendo un nuevo llamamiento para pedir ayuda.
El Ministro de Información de Zimbabwe, Jenfan Muswere, dice: “El estado de desastre existe en todas las zonas rurales y urbanas de Zimbabwe. El llamamiento se basa en tres áreas: búsqueda, rescate, mitigación y creación de resiliencia. La búsqueda y el rescate implican la identificación y prestación de asistencia a los beneficiarios, mientras que las mitigaciones se relacionan con las medidas implementadas para evitar el impacto de la sequía inducida por El Niño. La resiliencia se refiere a iniciativas destinadas a fortalecer las capacidades comunitarias para lograr medios de vida sostenibles con el fin de hacer frente al desastre”.
Sumada al cambio climático, las implicaciones de la sequía de El Niño son multifacéticas.
También se ha observado un aumento de plagas y enfermedades que afectan el rendimiento de los cultivos.
Mientras tanto, el Ministro de Agricultura de Zimbabwe, Anxious Masuka, dice: “Dado que se prevé que Zimbabwe se volverá más seco en las próximas décadas, se puede esperar que aumenten las plagas y enfermedades, no sólo para la policía sino también para los humanos. La malaria se encontrará en áreas de mayor elevación porque hará más calor. La mosca tsetsé, que se encuentra predominantemente en la sabana inferior, comenzará a invadir otras zonas más cálidas. Anticipamos que el gusano cogollero, por ejemplo, que se detectó hace un par de temporadas y se ha vuelto endémico en el país, seguirá causando estragos. Hemos visto más incidentes de esta plaga este año”.
El gobierno de Zimbabwe ha estado trabajando con varias agencias de ayuda para llevar a cabo la distribución de alimentos de emergencia a hogares vulnerables en todo el país.
Aunque algunas agencias humanitarias han estado brindando ayuda inmediata a familias vulnerables, otras han estado trabajando en soluciones sostenibles a largo plazo, fomentando la resiliencia y construyendo activos comunitarios.
El director nacional de Care International en Zimbabwe, Patrick Sikana, dice que la acción del gobierno llega en un momento crucial.
“Esta intervención en realidad ha demostrado que hay comunidades que atravesarán esta sequía y saldrán más resilientes. Sin embargo, esas comunidades son pocas. Son islas en un océano de necesidad. Esperamos que en este proceso podamos galvanizar recursos que puedan ayudar a ampliar estas islas de origen”, afirma.
El gobierno de Zimbabwe ya ha indicado que planea importar 1,4 millones de toneladas métricas de cereales de Brasil, México, Rusia, Argentina y Estados Unidos.