El statu quo bastante impactante plantea un debate interesante sobre si las víctimas de violencia doméstica ignoran las leyes o sufren de creencias sociales mal concebidas. Por lo tanto, realicé una entrevista cara a cara sobre este apasionante tema.
El Sr. Okot es una de las personas que entrevisté. Él opinó que las víctimas de violencia doméstica generalmente la soportan por temor a dañar, empañar o manchar su reputación pública, muchas de las cuales la han construido desde cero. Por ejemplo, un hombre, a quien su esposa golpea, se siente avergonzado de denunciar tal incidente a la policía debido a las normas sociales. Biológicamente, los hombres son físicamente más fuertes que las mujeres. Por lo tanto, se les dice que los hombres no muestran debilidad cuando son educados. Además, tal hombre tiene hijos, algunos de los cuales son niños, y todos los días les dice que sean fuertes y valientes como un hombre. Por lo tanto, puede ser vergonzoso o incluso confuso si, en algún momento, estos niños pequeños ven a su padre fuerte y masculino confesando o buscando ayuda que su esposa lo golpeó.
El Sr. Okot agregó que los padres y cuidadores enseñan y cantan a las niñas mientras crecen. Les dicen que las mujeres deben crecer para casarse, quedarse allí, dar a luz y vivir felices para siempre. Bueno, eso resulta ser un cuento de hadas y una falacia. La realidad ha demostrado que cuando estas mujeres se casan y desafortunadamente enfrentan violencia doméstica, guardan silencio para proteger y transmitir lo que les dijeron cuando eran niñas.
Además, las mujeres creen que un hombre debe golpearla como muestra de su sincero amor por ella. Por lo tanto, las mujeres que piensan así no ven esto como violencia doméstica sino como elementos básicos para su matrimonio miserable, frustrante y doloroso.
En conclusión, el Sr. Okot afirmó que Uganda tiene leyes nacionales bien redactadas sobre el matrimonio y ha ratificado varios tratados y convenciones internacionales sobre la protección de los derechos humanos fundamentales. Sin embargo, a pesar de este hecho, muchas víctimas de violencia doméstica optan por soportarlo sin siquiera pensar dos veces en buscar la ayuda que merecen.
Kembabazi Julie es una hermosa amiga mía desde la infancia. Al crecer, trabajó muy duro en cada tarea asignada y ejecutó dichas tareas de manera efectiva y eficiente. Julie siempre soñó con algún día encontrar un príncipe azul, casarse y vivir felices para siempre en una mansión con su esposo y sus cuatro hijos.
Afortunadamente, Julie vivió para realizar su sueño. Sin embargo, después de un par de años, su matrimonio tomó un rumbo amargo cuando su esposo se volvió borracho. Como resultado, comenzó a engañarla y golpearla. Se sintió muy frustrada, sufrió depresión y terminó en un hospital psiquiátrico. Recientemente, tuve la oportunidad de hablar con ella mientras tomaba una taza de té. Me sorprendió cuando me enteré de los eventos desastrosos que se desarrollaron en su vida, pero lo que más me sorprendió fue por qué había decidido sufrir en silencio.
Al final de nuestra conversación, supe que mi amiga, al igual que muchas otras mujeres, se sentía avergonzada de salir y buscar ayuda. En sus palabras, dijo, «¿cómo podría decirle a mi familia que un hombre que había pagado millones de dinero como precio de la trenza me estaba golpeando? En ese momento, el silencio parecía ser la mejor opción para mantener la reputación que tanto había trabajado para lograr”.
El matrimonio en Uganda se rige por la Constitución de 1995 modificada, la Ley de matrimonio consuetudinario, la Ley de matrimonio, las leyes islámicas e hindúes y la jurisprudencia. Estas leyes establecen los procedimientos para contraer un matrimonio legalmente vinculante, los derechos y obligaciones derivados de dicho contrato y el proceso y las condiciones para terminar dicho matrimonio.
Además, hay varias organizaciones no gubernamentales (ONG) que están bien situadas para ayudar a hombres y mujeres que son víctimas de violencia doméstica. Estos incluyen FIDA-Asociación de Mujeres Abogadas de Uganda, que trabaja incansablemente para concienciar al público en general sobre los derechos humanos y las leyes que rigen el matrimonio. Por otro lado, el poder judicial está haciendo un tremendo trabajo procesando y castigando a los perpetradores de violencia doméstica. Además, en esta era de tecnología, los blogs y las plataformas de redes sociales como Facebook, Twitter, Tiktok, WhatsApp e Instagram están de moda; se utilizan comúnmente para difundir información sobre cualquier cosa, incluidas las leyes sobre derechos humanos y matrimonio.
Es hora de que las víctimas de violencia doméstica dejen sus caparazones y enfrenten la música. La sociedad tendrá opiniones como siempre, pero pasará como una tormenta. Esta es tu vida ahora, y tienes derecho a disfrutarla. No te permitas vivir una vida miserable debido a los estándares y expectativas sociales. En su lugar, busque la ayuda que se merece.