La tormenta tocó tierra el sábado en el norte del país con vientos que alcanzaron los 213 kilómetros por hora, causando graves inundaciones y deslizamientos de tierra y obligando a la evacuación de más de 50.000 personas.
Según los medios de comunicación, hasta el miércoles han muerto al menos 179 personas, incluidos niños. Varios cientos de personas han resultado heridas y más de 47.500 casas han resultado dañadas o destruidas.
“La fuerza y la intensidad de El tifón ha dejado un rastro de consecuencias catastróficas, con millones de familias gravemente afectadas. tanto en zonas costeras como montañosas y de difícil acceso”, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) dijo en un boletínemitido el lunes por la noche.
La agencia estima que 5,5 millones de niños se encuentran entre los 19 millones de personas que viven en las regiones más afectadas.
Respuesta coordinada
En respuesta, las autoridades han lanzado un esfuerzo de socorro integral, desplegando más de 438.000 funcionarios, soldados, expertos en respuesta a desastres y voluntarios.
El Gobierno también ha solicitado el apoyo de todos los actores humanitarios y de respuesta a desastres, incluido el UNICEF, para apoyar la respuesta.
UNICEF está coordinando activamente con entidades y socios de las Naciones Unidas para evaluar las necesidades y brindar apoyo urgente en áreas como la protección infantil, el agua y el saneamiento, la nutrición, la salud y la educación.
«Se ha activado un plan de suministro para movilizar suministros esenciales previamente posicionadosa nivel nacional y en almacenes de toda la región, y a través de [our] división de suministro global, si es necesario”, agregó la agencia.
Camino de devastación
La trayectoria de destrucción del tifón Yagi también se extendió a países vecinos, provocando víctimas y daños en Filipinas y China.
Las autoridades nacionales de gestión de desastres registraron veintiún muertes en Filipinas y 26 personas seguían desaparecidas hasta el miércoles.
En China, los medios de comunicación informaron que cuatro personas murieron y alrededor de 100 resultaron heridas en la isla de Hainan, en el sur.
Los efectos combinados de los monzones y las perturbaciones tropicales también provocaron inundaciones repentinas en el norte de la República Democrática Popular Lao y Tailandia.