Julio Pacheco está demandando a cuatro policías, incluido el comisario Villarejo, y comparecerá ante los tribunales españoles para pedir justicia por las torturas que sufrió tras ser detenido en 1975; comparecerá como testigo su esposa, Rosa María García, quien fue detenida junto a él. Esta es una primera vez en la historia de España.
Este viernes 14 de julio, Julio Pacheco Yepes se convertirá en la primera víctima del Franco régimen para ser conocido por los tribunales en el marco de una causa penal por delitos cometidos durante la dictadura, 48 años después de la muerte de Francisco Franco.
Hasta ahora, el único caso contra el régimen franquista ocurrió a 10.000 kilómetros de distancia, en Argentina. Pero el pasado mes de mayo, la magistrada de Sala Ana María Iguacel, del Juzgado número 50 de Madrid, admitió la causa presentada por Julio contra cuatro miembros de la Brigada Político-Social por un delito de “tortura en un contexto de crímenes contra la humanidad”. En este caso judicial sin precedentes, demandará al comisario retirado José Manuel Villarejo, a los policías Álvaro Valdemoro, José Luis Montero Muñoz y José María González Reglero.
El primer caso de este tipo.
Como primicia histórica, una víctima de los crímenes de la dictadura ha podido sentarse ante un juez y es otra primicia que una causa contra alguien del franquismo ha llegado hasta este punto, habiéndose tomado declaración testimonial a la esposa del denunciante, Rosa María. García, quien fue detenido al mismo tiempo que Pacheco.
El evento ha sido aclamado por grupos después de que se hayan presentado en los juzgados “más de un centenar” de casos, siendo los casos más recientes hace apenas un mes de junio en Valencia y Navarra. La mayoría de los casos se archivan automáticamente, lo que garantiza la impunidad de los responsables de los crímenes de guerra perpetrados durante el régimen.
Varias organizaciones de derechos humanos y memorialistas realizarán un mitin para celebrar este evento histórico con el lema “El primero de cien”, en referencia a los numerosos casos archivados que nunca llegaron a los tribunales.
Julio dijo sentirse «espectativo» y «nervioso», pero también «muy feliz y esperanzado de que por fin podamos empezar a tener justicia en el Estado español». Fue miembro de la Federación Universitaria Democrática Española (FUDE), que se unió al FRAP (Frente Revolucionario Antifascista y Patriota) en la década de 1970, y luego se convirtió en su líder político. Fue detenido en agosto de 1975 en Madrid y encarcelado y torturado durante siete días en la Dirección General de Seguridad de la Puerta del Sol. Fue detenido junto a su esposa, Rosa María García, junto a otros militantes del FRAP.
Una noche en 1975
Alrededor de la medianoche, varios policías franquistas vestidos de civil detuvieron a su esposa en la calle y le pidieron los documentos de identificación antes de arrestarla. Poco después, llamaron a la puerta. “Lo abrí y vi un arma apuntándome a la cara”, dice Pacheco.
Aunque Julio declarará ante el juez como querellante, también comparecerá como testigo Rosa María, quien acusa al policía Antonio González Pacheco, también conocido como ‘Billy the Kid’, de someterla a torturas.
Pacheco afirma que fue golpeado por Villarejo, quien participó en una operación contra el FRAP en Madrid que se saldó con la detención de todos los cabecillas, por lo que recibió un premio de 25.000 pesetas.
En la detención, Pacheco fue acusado de dirigir operaciones que se saldaron con la muerte del teniente de la Guardia Civil Antonio Pose. Pacheco se negó a firmar la declaración y dijo: “No firmé eso porque era una mentira”. Fue torturado por su negativa a firmar y trasladado al penal de Carabanchel, mientras que su mujer, Rosa, fue trasladada al penal de mujeres de Yeserías.
Quedaron en libertad provisional y bajo fianza el 3 de diciembre, y tras la muerte de Franco, se trasladaron a vivir a Valencia durante unos años. Posteriormente, supieron que finalmente habían sido imputados por tenencia ilícita de propaganda y asociación ilícita.
Los documentos del Archivo Histórico Nacional se utilizarán como prueba documental en los tribunales, a medida que se inicie la causa penal.
Un tema divisivo
Los hechos recientes donde se relata el pasado violento de España durante la guerra civil Española que ahora está saliendo a la luz a menudo se perciben como la reapertura de heridas, pero muchas de las víctimas de la guerra todavía están vivas y buscan reparación o familiares perdidos que fueron enterrados en fosas comunes.
La Ley de Amnistía de 1977 ha sido utilizada por la Corte Suprema y la Corte Constitucional como razón para negarse a investigar tales casos. En la práctica, la ley interpreta que los crímenes de lesa humanidad no pueden ser aplicados a hechos anteriores ya que entró en el Código Penal en 2004 y habría que aplicar la prescripción. Sin embargo, se debate si los crímenes de lesa humanidad pueden ser amnistiados.
Las organizaciones de derechos humanos han estado exigiendo sin éxito modificaciones a la ley para adecuarla a las leyes nacionales. Recientemente, las Cortes consideraron la Ley de Memoria Histórica Democrática como fundamento insuficiente para perseguir los delitos cometidos durante el régimen franquista y rechazaron la presentación de casos. Hasta la fecha, el caso Pacheco sigue siendo el único que llega tan lejos.