Para aquellos que planean viajar durante el período festivo de este año, es posible que les preocupe o no atrapar algo mientras vuelan. Viajar a menudo nos expone a una combinación de problemas de salud, desde desfase horario e hinchazón hasta superficies cargadas de bacterias.
¿Es cierto que la calidad del aire en los aviones es mala? ¿Será usted susceptible a contraer enfermedades durante el vuelo? Los expertos y las azafatas coinciden en que mantener una buena salud mientras se viaja se reduce a estrategias prácticas y basadas en evidencia. Así es como puede proteger su salud mientras viaja.
Calidad del aire en los aviones.
Uno de los conceptos erróneos más comunes es que el aire recirculado en los aviones es un caldo de cultivo para los virus. Según la Dra. April Wilson de Loma Linda University Health, esto es en gran medida falso. «La calidad del aire dentro de los aviones es generalmente bastante buena gracias a los avanzados sistemas de filtración», explica. Los aviones modernos utilizan filtros HEPA que eliminan más del 99% de las partículas en el aire, incluidos los virus, según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).
Sin embargo, los riesgos reales para la salud a menudo provienen de superficies que se tocan con frecuencia, como bandejas, hebillas de cinturones de seguridad y reposabrazos. Estos pueden albergar gérmenes durante horas, si no días. El Dr. Wilson aconseja a los pasajeros que lleven toallitas desinfectantes para limpiar sus espacios personales antes de instalarse, y enfatiza que “tomarse unos minutos para desinfectar el entorno inmediato puede reducir significativamente el riesgo de contraer infecciones”.
Hábitos de higiene esenciales
La higiene de manos sigue siendo crucial. Lávese las manos con regularidad o use desinfectante para manos después de tocar superficies comunes y trate de evitar tocarse la cara. El Dr. Wilson también sugiere usar los nudillos o los codos en lugar de las yemas de los dedos al interactuar con espacios compartidos como interruptores de luz o botones de ascensor.
Mantente hidratado y come sano
Mantenerse hidratado es vital para su sistema inmunológico, especialmente durante los vuelos. La Asociación Médica Aeroespacial recomienda beber 237 ml de agua cada hora que esté en el aire. Trate de evitar los tentadores bocadillos salados, la cafeína y el alcohol, que pueden causar hinchazón y deshidratación. El dietista consultor Ro Huntriss sugiere llevar refrigerios ricos en nutrientes, como nueces o frutas frescas, para mantener niveles de energía estables y evitar caídas de energía. Sin embargo, las nueces pueden ser un problema si viajas en un vuelo con alguien que tiene alergia a las nueces.
Prioriza el sueño para combatir el desfase horario
Las azafatas confían en la importancia del sueño para contrarrestar la fatiga. Si viaja con niños pequeños, ¡por supuesto que es más fácil decirlo que hacerlo!
Ya sea una almohada para el cuello confiable, una máscara de seda para los ojos o aplicaciones de meditación, encuentre lo que funcione para usted. Los somníferos naturales como la melatonina pueden ayudar, pero evite mezclarlos con alcohol.
Para evitar el desfase horario, algunas azafatas recomiendan ceñirse a la zona horaria de su país de origen para viajes cortos. Para estancias más largas, ajústese gradualmente comiendo cuando tenga hambre y durmiendo cuando esté cansado. Si aterriza con planes inmediatos, evite sentarse para evitar siestas involuntarias.
También puedes probar a conectarte a tierra, es decir, estar descalzo sobre césped o tierra natural cuando llegues a tu destino. un informe en Los tiempos señaló: «La teoría es que la práctica extrae la energía necesaria para ayudar a restablecer el reloj biológico interno, absorbiendo la carga negativa del suelo para que te sientas más renovado». ¡Vale la pena intentarlo!
Sigue moviéndote durante el vuelo
Pasar largas horas sentado puede pasar factura a tu cuerpo. Los asistentes de vuelo sugieren caminar por la cabina y estirarse, cuando sea seguro, para promover un mejor flujo sanguíneo. Algunas aerolíneas, como Qantas, incluso ofrecen “Zonas de Bienestar” en vuelos de larga distancia. Para viajes más cortos, pruebe con ejercicios sencillos en el asiento, como rotar los tobillos o estirar los brazos.
Estimula tu sistema inmunológico
Los viajeros frecuentes suelen depender de vitaminas que estimulan el sistema inmunológico. Una dieta saludable rica en vitamina C, zinc y selenio puede ayudar a mantener fuertes las defensas. Considere complementar con vitamina D, especialmente si viaja a un destino con exposición limitada a la luz solar.
Evite el estrés y actúe responsablemente
Viajar no puede estar completamente exento de riesgos, pero tomar medidas proactivas puede marcar una diferencia significativa. Como dice el Dr. Wilson: «No se trata sólo de protegernos a nosotros mismos, sino de ser viajeros responsables y salvaguardar el bienestar de quienes nos rodean».
Ya sea que esté saltando entre ciudades de la UE o viajando más lejos, un poco de preparación es de gran ayuda.
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