Un nuevo método para dar forma a la materia en formas complejas, con el uso de luz ‘retorcida’, ha sido demostrado en una investigación en la Universidad de Strathclyde.
Cuando los átomos se enfrían a temperaturas cercanas al cero absoluto (-273 grados C), dejan de comportarse como partículas y comienzan a comportarse como ondas.
Los átomos en esta condición, que se conocen como condensados de Bose-Einstein (BEC), son útiles para fines como la realización de láseres atómicos, luz lenta, simulaciones cuánticas para comprender el comportamiento complejo de materiales como superconductores y superfluidos, y la técnica de medición de precisión. de interferometría atómica.
El estudio de Strathclyde ha demostrado que cuando se proyecta luz retorcida sobre un BEC en movimiento, se rompe en grupos de gotas de BEC que se mueven siguiendo las características de la luz, con un número de gotas igual al doble del número de giros de luz. La alteración de las propiedades del haz de luz puede cambiar tanto la cantidad de gotas de BEC como la forma en que se mueven.
La investigación ha sido publicada en Cartas de revisión física.
Grant Henderson, estudiante de doctorado en el Departamento de Física de Strathclyde, es el autor principal del artículo. Él dijo: «Al hacer brillar un rayo láser en un BEC, podemos influir en cómo se comporta. Cuando el rayo láser está ‘retorcido’, tiene un perfil de fase helicoidal y lleva un momento angular orbital (OAM). Los rayos láser con OAM pueden atrapar y rotar partículas microscópicas, comportándose como una llave inglesa óptica.
«Este método de hacer brillar luz retorcida a través de átomos ultrafríos abre una forma nueva y sencilla de esculpir la materia en formas complejas y no convencionales. Tiene el potencial para el diseño de dispositivos cuánticos novedosos, como circuitos atomtrónicos y detectores ultrasensibles».
Fuente de la historia:
Materiales proporcionado por Universidad de Strathclyde. Nota: el contenido se puede editar por estilo y longitud.