Los arqueólogos descubrieron las ruinas de una vivienda residencial de más de 800 años, construida durante el Imperio Azteca, en el barrio Centro de la Ciudad de México, México, dijo el Instituto Nacional de Antropología e Historia de México en una declaración la semana pasada. La estructura fue descubierta como parte de un proyecto de modernización más grande de las subestaciones de energía eléctrica.
Con una extensión de más de 4,300 pies cuadrados, se cree que la morada data del período Posclásico tardío (1200-1521 d. C.) y habría estado situada en el límite de dos vecindarios en la ciudad capital del Imperio Azteca, Tenochtitlán. Junto con la vivienda, los arqueólogos descubrieron canales y un embarcadero, una estructura donde los barcos podían cargar y descargar, que era una técnica empleada en el cultivo de la chinampa azteca. El método chinampa se basaba en el cultivo de cultivos en áreas pequeñas y rectangulares de tierra fértil en lechos de lagos poco profundos.
Debajo de los pisos, un par de vasijas funerarias descubiertas, una Texcoco roja y la otra monocromática marrón canal, contenían los restos de infantes, así como un par de entierros con una ofrenda de incensarios, espirales y herramientas para hilar.
Los arqueólogos también descubrieron una estatua de piedra de 23,5 pulgadas de alto, que representa a un hombre en un taparrabos que parece estar en un movimiento de lanzamiento, del mismo período. Debido a la falta de pulido, creen que la estatua no está terminada y posiblemente fue escondida alrededor de 1521 EC durante la conquista española del Imperio Azteca.
Los restos del asentamiento colonial de los siglos XVI y XVII incluyen muros de 20 pulgadas de ancho que se construyeron con piedras y barro para crear cuatro habitaciones y un patio. Las investigaciones han arrojado evidencia de un taller de guarnicionería y cerámica durante ese tiempo.
En el siglo XIX, según la arqueóloga principal Alicia Bracamontes Cruz, se cree que el sitio se usó como una casa de baños pública para la élite, como se relata en los escritos del médico e historiador mexicano del siglo XIX José María Marroquí. Allí, el equipo descubrió restos de baldosas de baño, grandes tuberías y un sistema de drenaje, junto con placas de hormigón armado, materiales térmicos que estuvieron expuestos a altas temperaturas y materiales de construcción europeos.
Mientras el trabajo arqueológico está a punto de finalizar, el equipo supervisará la construcción continua de la nueva subestación.