Los restos de un vasto “reino” maya fueron encontrados en el norte de Guatemala, lo que plantea interrogantes sobre la vida cotidiana y la desaparición de sus habitantes hace 2000 años, según un informe publicado en la revista. Mesoamérica antigua a principios de este mes.
La antigua metrópolis contenía más de 1000 asentamientos densamente agrupados en más de 650 millas cuadradas, desafiando la teoría de que la mayoría de los asentamientos mesoamericanos estaban escasamente poblados. El sitio fue descubierto por un equipo internacional de investigadores de Estados Unidos y Francia, quienes publicaron sus hallazgos en la revista.
El sitio se ubicó utilizando LiDAR (Detección de luz y rango), un método de detección que usa luz láser para medir distancias. La tecnología es muy adecuada para inspeccionar sitios arqueológicos en América Central y del Sur, ya que el láser es capaz de penetrar las espesas copas de los bosques tropicales.
Los investigadores sobrevolaron un área conocida como Cuenca Karst Mirador-Calakmul (MCKB) y dirigieron pulsos de luz hacia el suelo, generando un mapa tridimensional de la superficie de la Tierra. El estudio del sitio maya reveló más de 100 millas de calzadas o lechos elevados utilizados como caminos, «formando una red de interacciones sociales, políticas y económicas implícitas», escribieron los autores del artículo.
La red de transporte en expansión habría permitido una fácil comunicación y comercio entre grupos, lo que sugiere «una cohesión social y económica que supera a la de las entidades políticas menores durante estos períodos». Se excavaron una serie de canales y embalses para mover y almacenar agua en previsión de períodos secos, respectivamente.
También hubo evidencia de que los mayas rompieron los períodos de trabajo duro con entretenimiento: algunos asentamientos tenían canchas de pelota adecuadas para practicar una variedad de deportes mesoamericanos. Se descubrieron grandes plataformas y pirámides en otros lugares, lo que sugiere que la civilización tenía centros centralizados para el trabajo y la política.
“La expansión y el control de la mano de obra para grupos arquitectónicos monumentales tan masivos y contemporáneos sugiere un poder unificado que podría aprovechar la mano de obra y los recursos de todo el mundo. [Mirador-Calakmul Karst Basin]”, concluyeron los investigadores.