KAMPALA, UGANDA— En un movimiento significativo dentro del panorama político de Uganda, un grupo de miembros del Parlamento ha iniciado una moción para destituir a cuatro miembros de la Comisión Parlamentaria, citando faltas graves de conducta y el incumplimiento de los estándares que se esperan de sus cargos. Los comisionados objetivo son el Excmo. Salomón Silwanyi, Excmo. Esther Afoyochan, Excma. Mathias Mpuuga, y el Excmo. Prossy Mbabazi Akampurira.
La moción, presentada en virtud del artículo 5 de la Ley de Administración del Parlamento, capítulo 257, y el artículo 110 del Reglamento del Parlamento, fue motivada por acusaciones de que los comisionados se otorgaron premios por servicios y participaron en otras actividades consideradas inapropiadas para sus funciones.
Un grupo de miembros del Parlamento ha iniciado una moción para destituir a cuatro miembros de la Comisión Parlamentaria, alegando mala conducta. Los parlamentarios preocupados argumentan que las acciones de los comisionados, incluida la asignación de premios por servicios, están por debajo de la conducta esperada de los parlamentarios.
La moción precisa que el 13 de julio de 2021, los cuatro comisionados fueron aprobados por la Cámara como miembros de la Comisión Parlamentaria. Fueron nombrados de conformidad con la Ley de administración del Parlamento y el Reglamento para desempeñar un mandato de dos años y medio.
La moción subraya que el artículo 5 de la Ley de Administración del Parlamento y el artículo 110 del Reglamento autorizan al Parlamento a destituir a un comisionado por motivos que incluyen incompetencia, mala conducta, locura o incapacidad para desempeñar sus funciones de manera efectiva.
Los parlamentarios interesados alegan que el Excmo. Akampurira Prossy, Excmo. Silwanyi Salomón, Excmo. Mathias Mpuuga, y el Excmo. Afoyochan Esther ha tenido un comportamiento que socava la integridad de la Comisión Parlamentaria. En concreto, los parlamentarios acusan a los comisionados de otorgarse premios por servicios, un acto visto como un mal uso de sus cargos y una violación de los estándares éticos que se esperan de ellos.
La moción también hace referencia a la Regla 85 y al Código de Conducta en el Apéndice F de las Reglas de Procedimiento, que dirigen a los miembros sobre sus obligaciones para con la Cámara, los electores y el público. Sostiene que los comisionados no han mantenido la confianza del público en la integridad del Parlamento.
La moción ha provocado un considerable debate en el Parlamento. La residente local Faith Opuko expresó su frustración y afirmó: «El gobierno nos ha fallado totalmente hoy. Los esfuerzos de rescate llegaron demasiado tarde, después de cinco horas sin ayuda».
El superviviente Eugene Atonga describió la escena caótica cuando el edificio comenzó a derrumbarse. «Mientras la gente intentaba rescatar su acero, el edificio comenzó a derrumbarse. Los que escucharon los gritos del edificio cayendo rápidamente salieron, pero algunos que estaban en los pisos superiores temieron saltar y el edificio se derrumbó con ellos dentro. Vi dos gente aplastada», relató Atonga.
Los esfuerzos de rescate se vieron obstaculizados por los grandes daños y la inestabilidad de la estructura restante. Un funcionario de la Cruz Roja que se encontraba en el lugar confirmó que dos personas habían sido rescatadas, mientras que otras dos seguían atrapadas. Sin embargo, un jefe de la policía local indicó que sólo una persona había sido sacada con vida.
El resultado de esta moción podría tener implicaciones significativas para los estándares de conducta que se esperan de los comisionados parlamentarios de Uganda. Si se aprueba, sentaría un precedente para responsabilizar a los funcionarios de alto rango por malas conductas y reforzaría la importancia de la gobernanza ética.
A medida que se desarrolle la situación, se proporcionarán más actualizaciones sobre los procedimientos y decisiones tomadas por el Parlamento con respecto a la presunta mala conducta de estos comisionados. La moción refleja una creciente demanda de transparencia e integridad dentro de las instituciones políticas de Uganda, lo que indica un posible cambio hacia una supervisión y rendición de cuentas más estrictas.