Un hombre desaparecido hace más de dos décadas en Bilbao ha sido encontrado con vida en Navarra.
El pasado 19 de marzo, la Guardia Civil de Bizkaia, dentro de su operación 'DESBIZCA', desveló por fin el misterio de un hombre que llevaba más de 21 años desaparecido.
La desaparición
Aunque el informe inicial se presentó en la comisaría de la Guardia Civil de Barakaldo (Bizkaia) en 2009, se informó que el último contacto conocido con el hombre fue el 1 de enero de 2003.
Se pensaba que vivía en las calles del barrio de Zorrotza de Bilbao y enfrentaba diversos problemas de salud y económicos. Sin embargo, los esfuerzos por encontrarlo en su última ubicación conocida no arrojaron resultados.
Siguiendo los protocolos de personas desaparecidas, la Guardia Civil tomó una muestra de ADN de uno de sus hijos, que lamentablemente no dio ninguna coincidencia. No había ningún certificado de defunción registrado, ni rastros de él en los registros municipales.
Sin embargo, se produjo un gran avance cuando los investigadores descubrieron una cuenta bancaria activa en Caparroso, Navarra, de donde se retiraba periódicamente su pensión. Esta pista los llevó directamente a él.
Una vida redescubierta
Al localizarlo en Caparroso, el hombre fue encontrado en buen estado de salud, viviendo con una familia de trabajadores del recinto ferial.
Desde 2007 viajaba con ellos, asistiendo a ferias por el norte de España. Dijo a la Guardia Civil que aunque no tenía teléfono, su familia podía contactar con algún compañero de casa o, si fuera necesario, ir a visitarle. Su familia fue informada de su paradero al día siguiente, 20 de marzo.
Desaparición voluntaria
Este caso subraya un aspecto crítico de las investigaciones de personas desaparecidas que involucran a adultos: la opción de desaparecer.
La Guardia Civil aclaró que su función finaliza con la localización del individuo. Depende de la persona encontrada decidir si desea volver a conectarse con su familia y cómo.
El proceso judicial concluye a menos que existan indicios de actividad delictiva relacionada con la desaparición.
En casos como estos, las complejidades de la libertad personal y los vínculos familiares pasan a primer plano, recordándonos el delicado equilibrio entre autonomía y responsabilidad.