Ni un pájaro, un avión o Superman interrumpieron el partido de la Premier League del sábado entre Brentford y Wolverhampton. Sin embargo, un dron lo hizo después de sobrevolar el Brentford Community Stadium en el minuto 34, lo que obligó a los oficiales a detener la competencia durante unos 15 minutos.
El árbitro Peter Bankes ordenó a ambos equipos que abandonaran la cancha hasta que derribaran el dron. El juego se reanudó poco después con 19 minutos de tiempo añadido, lo que hizo que la primera mitad fuera la friolera de 71 minutos. Fue una primera mitad sin goles, además.
Sin embargo, el dron no fue la única razón para la duración hinchada de la primera mitad. Al principio del juego, los compañeros de equipo de Brentford, Rico Henry y Mathias Jensen, chocaron cabezas accidentalmente y quedaron muy ensangrentados. Ninguno de los dos pudo regresar al juego, y Shandon Baptiste y Mads Roerslev tomaron sus lugares como sustitutos por conmoción cerebral.
Wolverhampton finalmente ganó el juego, 2-1, gracias a los goles en la segunda mitad de João Moutinho y Rúben Neves.
El avistamiento de drones es la segunda razón extraña de la Premier League para un retraso en tantos días. El viernes, el juego entre Watford y Norwich en Vicarage Road se detuvo durante 15 minutos después de se apagaron los focos del estadio.
Si continúa la extraña tendencia de los retrasos, los fanáticos de la Premier League pueden esperar más que el emocionante producto en el campo.