Este año, en la provincia de Málaga, las carreteras han sido especialmente peligrosas. Un total de 24 personas han perdido la vida en accidentes de tráfico, doce más que en el mismo periodo del año anterior.
El último de ellos, el jueves 8 de agosto, en la carretera A-355 entre Coín y Marbella, una vía que los vecinos bautizan como ‘la carretera de la muerte’ por el número de víctimas mortales que se han cobrado en ella. Ana, una querida madre de 53 años, tres hijos y auxiliar de comedor escolar de Coín, pero residente en Guaro, sufrió una colisión frontal con otro vehículo en el punto kilométrico 22 de la carretera, a la altura de Monda.
Los servicios de emergencia trasladaron en helicóptero a los supervivientes al hospital de la Costa del Sol, pero Ana ya había fallecido en el acto en el impacto. El Ayuntamiento de Guaro fue el encargado de comunicar a sus hijos la trágica noticia. Ana había fallecido en la misma carretera que otras diez personas este año.
Últimas medidas de seguridad
El tramo de 38 kilómetros de carretera ha sido recientemente pintado con una gruesa línea roja que separa los dos sentidos de circulación, con el fin de recordar a los conductores la prohibición absoluta de adelantar. También se ha informado recientemente de que se prevé instalar dos radares adicionales en el sinuoso tramo de subida a la montaña desde Marbella, pero no se han mencionado medidas adicionales para el tramo de Monda.
Según un informe del RAC de 2022, la carretera más peligrosa de España es la N 323 que une Motril con Granada. Sin embargo, al ritmo de accidentes que se producen en la A 355 que une Coín con Marbella, podríamos ver esta carretera catalogada como la peor a finales de este año.