En declaraciones a los periodistas, el jefe de la agencia, Rafael Mariano Grossi, expresó su confianza en que podrán llevar a cabo de manera segura su misión técnica, que sigue a meses de consultas en medio de temores de una posible catástrofe en la instalación nuclear más grande de Europa.
Potencial para una misión ‘prolongada’
La misión tomará algunos días, dijo, aunque agregó que podría “prolongarse” si pueden establecer una presencia continua en el sitio.
La planta de energía nuclear de Zaporizhzhia ha estado ocupada por las fuerzas rusas desde las primeras semanas del conflicto y ha sido objeto de repetidos bombardeos en las últimas semanas.
Cuando se le preguntó si creía que Rusia permitirá que la agencia vea lo que realmente está sucediendo allí, Grossi respondió que su equipo está formado por personas con mucha experiencia.
“Traigo aquí lo mejor y lo más brillante en salvaguardas, en seguridad, en seguridad, y tendremos una idea bastante buena de lo que está pasando”, dijo.
Voluntad política
Un periodista también le preguntó al Sr. Grossi cómo podrían ayudar a evitar un temido colapso o un incidente nuclear en la planta.
“Es una cuestión de voluntad política”, dijo. “Es una cuestión que tiene que ver con los países que están en este conflicto, en particular la Federación Rusa, que está ocupando el lugar”.
El Sr. Grossi encabeza la misión de 13 miembros de la sede en Viena OIEA, que partió hacia Ucrania el lunes. Se reunió con el presidente Volodymyr Zelenskyy en la capital, Kyiv, al día siguiente.
Las prioridades del equipo incluyen garantizar la seguridad nuclear y la protección en la planta, así como realizar actividades de salvaguardia vitales y evaluar las condiciones de trabajo del personal de Ucrania que trabaja allí.