El Sr. Bhiri, parlamentario del partido Ennahdha, fue sacado de su casa el 31 de diciembre por hombres vestidos de civil. No se dio ninguna explicación ni se proporcionó una orden de arresto.
El movimiento islamista moderado Ennahdha tiene el mayor número de escaños en el parlamento de Túnez, según informes de prensa.
Sin cargos formales
El Sr. Bhiri, de 63 años, fue trasladado a diferentes lugares de detención no revelados durante varias horas y luego puesto bajo arresto domiciliario. Debido a condiciones de salud preexistentes, fue trasladado al hospital el 2 de enero, donde permanece.
Aunque los funcionarios han indicado que es sospechoso de delitos relacionados con el terrorismo, ACNUDH dijo que sus abogados no han sido informados formalmente de ningún cargo en su contra.
Un segundo hombre no identificado también fue llevado y detenido el mismo día que el Sr. Bhiri, y en circunstancias similares. No se supo su ubicación, hasta el 4 de enero.
“Instamos a las autoridades a que liberen de inmediato o acusen adecuadamente a estos dos hombres de acuerdo con las normas del debido proceso para los procesos penales”. dicho Liz Throssell, portavoz del ACNUDH en Ginebra.
Preocupaciones serias
Los acontecimientos han profundizado las «preocupaciones ya serias» de la Oficina de la ONU sobre el deterioro de la situación de los derechos humanos en Túnez.
Aunque las familias de los hombres, así como el personal del ACNUDH en el país, han podido visitarlos, dijo Throssell. “Estos dos incidentes hacen eco de prácticas no vistas desde la era de Ben Ali y plantean serias dudas sobre secuestros, desapariciones forzadas y detenciones arbitrarias”.
El presidente Zine El Abidine Ben Ali, que gobernó Túnez durante más de 20 años, fue derrocado en enero de 2011, en protestas que desencadenaron la primavera árabe.
El actual presidente, Kais Saied, suspendió el parlamento en julio pasado y asumió todas las funciones ejecutivas, en una medida que los opositores tildaron de golpe de Estado.
Preservar las ganancias de derechos
El ACNUDH dijo que las acciones de las Fuerzas de Seguridad Interna de Túnez han sido motivo de preocupación durante mucho tiempo, ya que han planteado repetidamente el tema en discusiones con las autoridades durante la última década.
Tras la violenta dispersión de los manifestantes el 1 de septiembre, el presidente Saied pidió a las fuerzas que cambiaran sus prácticas y actuaran de conformidad con la ley. Si bien es “un paso positivo”, la oficina de la ONU dijo que el compromiso público con las obligaciones internacionales de derechos humanos aún no se ha traducido en la práctica.
El ACNUDH también estaba preocupado por la sofocación de la disidencia en Túnez, incluso mediante el uso indebido de la legislación antiterrorista y el uso cada vez mayor de tribunales militares para juzgar a civiles.
Aunque el presidente ha prometido en repetidas ocasiones reformar el poder judicial, las acciones deben estar en consonancia con las obligaciones internacionales de derechos humanos de Túnez.
El ACNUDH recordó el “tremendo progreso” que el país ha logrado durante la última década en la promoción de los derechos humanos, aunque destacó la importancia de preservar estos logros.