Al emitir su sentencia, el Corte Internacional de Justicia (CIJ) desglosó la indemnización, otorgando a la RDC 225 millones de dólares por daños a personas, que incluyen pérdida de vidas, violaciones, reclutamiento de niños soldados y desplazamiento de civiles.
El país también recibirá $40 millones por daños a la propiedad y $60 millones por daños a los recursos naturales, incluido el saqueo y saqueo de oro, diamantes y madera.
La reparación refleja el daño sufrido
“La Corte observa que la reparación otorgada a la República Democrática del Congo por daños a personas y bienes refleja el daño sufrido por individuos y comunidades como resultado del incumplimiento de Uganda de sus obligaciones internacionales”, dicho La jueza Joan Donoghue, presidenta de la CIJ.
La República Democrática del Congo presentó inicialmente el caso ante la CIJ en junio de 1999, citando actos de agresión armada perpetrados por Uganda en su territorio “en flagrante violación de la Carta de las Naciones Unidas y de la Carta de la Organización para la Unidad Africana”.
En el apogeo de la guerra, más de nueve países africanos se vieron envueltos en la lucha.
La Corte dictaminó en diciembre de 2005 que Uganda tenía que reparar a la RDC, pero las partes no pudieron llegar a un acuerdo.
Se ordena a Uganda que pague los 325 millones de dólares en cinco cuotas anuales de 65 millones de dólares, a partir de septiembre.
La ‘Corte Mundial’
La CIJ, también conocida como la “Corte Mundial”, es el máximo órgano judicial de las Naciones Unidas.
La Corte resuelve las controversias jurídicas que le someten los Estados, de conformidad con el derecho internacional. También da opiniones consultivas sobre cuestiones jurídicas remitidas por órganos autorizados de la ONU y agencias especializadas.
Las sentencias en controversias entre Estados son vinculantes.
La CIJ está compuesta por 15 jueces y tiene su sede en La Haya, Países Bajos.