En resumen
- Un tribunal militar de la República Democrática del Congo (RDC) condenó a muerte a 26 personas, entre ellas líderes de grupos armados como el M23. El juicio, que comenzó a finales de julio, se centró en cargos como crímenes de guerra, participación en una insurrección y traición.
- Entre los condenados a muerte en ausencia se encuentra Corneille Nangaa, líder de la Alianza Fleuve Congo (AFC). Nangaa y otros 20 acusados se encuentran actualmente prófugos. Cinco acusados presentes en el juicio tienen cinco días para apelar la sentencia.
- El fiscal pidió la pena de muerte para 25 acusados y una pena de 20 años para uno de ellos. Nangaa, ex presidente de la comisión electoral de la República Democrática del Congo, fundó la AFC para unir a los grupos armados, los partidos políticos y la sociedad civil contra el gobierno. El M23, un destacado grupo armado del este de la República Democrática del Congo, ha sido acusado de asesinatos en masa.
- En marzo, el gobierno congoleño levantó una moratoria sobre la pena de muerte, con el objetivo de aplicarla a militares acusados de traición. El presidente Felix Tshisekedi y expertos internacionales acusan a Ruanda de apoyar al M23, que ha tomado el control de importantes territorios en el este de la República Democrática del Congo desde 2021.
- La inestabilidad de la República Democrática del Congo, marcada por más de 30 años de conflicto, está impulsada por factores complejos y una multitud de actores. El M23 es uno de los numerosos grupos rebeldes arraigados en conflictos regionales que datan de la década de 1990, tras la caída del dictador Mobutu Sese Seko.
- Tshisekedi ha acusado a su predecesor, Joseph Kabila, de preparar una «insurrección» y de tener vínculos con la AFC. Varios miembros del partido de Kabila se unieron a la AFC y están a la espera de ser juzgados en Kinshasa, donde podrían ser condenados a muerte.
GOMA, República Democrática del Congo– Un tribunal militar de la República Democrática del Congo (RDC) ha condenado a muerte a 26 personas, incluidas figuras clave asociadas a grupos armados como el M23, tras un juicio de alto perfil que comenzó a finales de julio. El tribunal declaró a los acusados culpables de graves cargos, incluidos crímenes de guerra, participación en una insurrección y traición.
Entre los condenados se encuentra Corneille Nangaa, líder de la Alianza Fleuve Congo (AFC), que fue condenado en ausencia. Nangaa, ex presidente de la comisión electoral de la República Democrática del Congo, lanzó el movimiento político-militar AFC en diciembre con el objetivo de unir a los grupos armados, los partidos políticos y la sociedad civil contra el gobierno. Actualmente prófugo, Nangaa y otros 20 acusados recibieron sentencias de muerte sin estar presentes en el tribunal. Los otros cinco acusados, que estuvieron presentes durante el juicio, han recibido cinco días para apelar sus sentencias.
En el juicio, que comenzó el 24 de julio, el fiscal pidió la pena de muerte para 25 de los acusados y pidió una pena de 20 años de prisión para uno de ellos. La participación de Nangaa en el M23, un conocido grupo armado acusado de asesinatos en masa en las regiones orientales de la República Democrática del Congo asoladas por el conflicto, fue un tema central de las actuaciones. Entre las figuras clave del M23 que fueron juzgadas figuraban el presidente del grupo, Bertrand Bisimwa, el jefe militar, Sultani Makenga, y los portavoces Willy Ngoma y Lawrence Kanyuka.
En un mensaje de texto a The Associated Press desde un lugar no revelado, Nangaa criticó la decisión del tribunal, describiéndola como parte de una «saga judicial nauseabunda» que, según él, sólo fortalece su determinación de luchar por la «normalidad democrática» en el Congo.
Este juicio y la sentencia se producen en medio de un clima político controvertido en la República Democrática del Congo. En marzo, el gobierno congoleño, ante las críticas de las organizaciones de derechos humanos, levantó una moratoria sobre la pena de muerte que estaba en vigor desde 2003. Según se informa, la decisión tenía como objetivo perseguir a personal militar acusado de traición, lo que intensificó aún más las tensiones políticas en el país.
El presidente Felix Tshisekedi ha acusado públicamente a su vecina Ruanda de brindar apoyo militar al M23, liderado por los tutsis, que se ha apoderado de un territorio significativo en el este de la República Democrática del Congo desde fines de 2021. Estas acusaciones se producen mientras la República Democrática del Congo continúa lidiando con más de 30 años de conflicto, alimentado por una compleja red de agravios históricos, dinámicas regionales y la presencia de numerosos grupos armados.
El M23 es una de las decenas de facciones rebeldes que operan en las inestables provincias orientales de la República Democrática del Congo, muchas de las cuales tienen su origen en conflictos regionales que estallaron en los años 90 tras el derrocamiento del dictador Mobutu Sese Seko. La inestabilidad de la región se ha visto exacerbada por la participación de países vecinos, lo que añade capas de complejidad al conflicto en curso.
Las tensiones políticas en la República Democrática del Congo también se han visto agudizadas por las acusaciones contra el expresidente Joseph Kabila, a quien Tshisekedi ha acusado de orquestar una «insurrección» y de estar estrechamente vinculado a la AFC. Kabila, que entregó el poder a Tshisekedi en 2019 tras unas elecciones controvertidas, ha visto a varios miembros de su Partido Popular para la Reconstrucción y la Democracia (PPRD) unirse a la AFC. Estas personas están ahora a la espera de sus propios juicios en un tribunal militar de Kinshasa, donde también podrían enfrentarse a la pena de muerte.