Esta semana, un tribunal de apelaciones francés confirmó los cargos contra Jean-Luc Martinez, expresidente y director del Louvre de París, por su presunta complicidad en el tráfico de antigüedades desde Egipto.
Martínez, quien dirigió el Louvre de 2013 a 2021, fue acusado en mayo de “complicidad en el fraude”, lavado de dinero y “facilitar” la compra de artefactos vinculados a una gran red de tráfico que ha sido objeto de un control policial durante años. consulta. Las autoridades francesas sospechan que la red de contrabandistas y sus cómplices han vendido arte y reliquias a museos y galerías de todo el mundo, incluido el puesto de avanzada del Louvre en Abu Dabi, entre 2014 y 2017.
El excolega de Martínez, el curador y arqueólogo Jean-Francois Charnier, también fue acusado por su presunta participación en la operación. Se espera que ambos apelen el fallo en la corte suprema de Francia, por Le Monde.
Cuando Martínez y Charnier fueron acusados por primera vez el año pasado, la comunidad artística de París y más allá quedó atónita. Martínez, actual embajador oficial de Francia para la cooperación internacional en materia de patrimonio cultural, había dedicado su carrera reciente a la preservación del arte en zonas de conflicto y había escrito un informe que Francia presentó a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura que detallaba nuevas estrategias para disuadir el saqueo.
En noviembre de 2022, el fiscal solicitó que se desestimaran los cargos contra Martínez luego de un nuevo examen de las pruebas en su contra. La decisión del fiscal parecía indicar que Martínez, un arqueólogo capacitado, había sido implicado injustamente en el caso. De acuerdo con el sistema legal francés, una acusación no garantiza que el acusado vaya a ser juzgado, y un magistrado especial puede anular los cargos en cualquier momento de la investigación.
De acuerdo a Le Monde, en 2019, la policía comenzó a sospechar de la procedencia de una estela de piedra que representaba al faraón Tutankamón que se adquirió para el Louvre Abu Dabi, que aún no estaba abierto. En su calidad de titular del Louvre, Martínez presidió una comisión gubernamental conjunta cuya aprobación es necesaria para la adquisición de un objeto para el museo.
Según los informes, la policía sospechaba que Martínez había firmado varias compras, a pesar de la evidencia de que habían sido saqueadas, incluidos certificados de procedencia supuestamente fraudulentos y licencias de exportación falsas que acompañaban a las reliquias.
El abogado de Martínez, Francois Artuphel, dijo Le Monde que la decisión del tribunal de mantener los cargos “carece de fundamento” y que él y su cliente “no tienen ninguna duda de que el próximo paso en el procedimiento restablecerá esta injusticia”.