Las autoridades cerraron el domingo varias playas en Perú y advirtieron sobre actividad anormal de oleaje.
Las muertes en Perú recordaron las secuelas del poderoso tsunami provocado por un terremoto submarino frente a Indonesia en diciembre de 2004 que mató a más de 250.000 personas. Una docena de muertos entonces fueron golpeados por las olas en la costa este de África, en Kenia y Tanzania.
El domingo en Tonga, muchos residentes perdieron no solo los lazos de comunicación sino también el poder. Allí podrían verse afectadas hasta 80.000 personas, según la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja le dijo a la bbc.
Una necesidad inmediata estaba clara: agua potable.
“La nube de ceniza, como se puede imaginar, ha causado contaminación”, dijo la Sra. Ardern, la primera ministra de Nueva Zelanda. “Eso se suma a un entorno ya desafiante, en términos de suministro de agua”.
Nueva Zelanda y otras naciones de la región se comprometieron a brindar ayuda a Tonga para su recuperación. También lo hicieron los Estados Unidos. Pero con grandes concentraciones de cenizas en el aire que hacían imposibles los vuelos, era difícil incluso saber qué se necesitaba.
La Sra. Ardern dijo que los vuelos sobre Tonga estaban planeados para el lunes o el martes, dependiendo de las condiciones de las cenizas. La marina de Nueva Zelanda también estaba preparando un plan de respaldo, en caso de que las cenizas siguieran siendo pesadas, dijo.
En una publicación en Twitter, Antony J. Blinken, el secretario de Estado estadounidense, ofreció sus condolencias: “Profundamente preocupado por el pueblo de Tonga mientras se recupera de las secuelas de una erupción volcánica y un tsunami. Estados Unidos está preparado para brindar apoyo a nuestros vecinos del Pacífico”.
Tonga ha experimentado una sucesión de desastres naturales en los últimos años. En 2018, el ciclón Gita, una tormenta tropical de categoría 5, destruyó más de 170 viviendas y mató a dos personas. En 2020, el ciclón Harold provocó alrededor de $ 111 millones en daños, incluyendo grandes inundaciones.