“La situación se puede describir mejor como una pura catástrofe”, dijo el Dr. Ramiz Alakbarov, Representante Especial Adjunto de la ONU en Afganistán, quien también es el Coordinador Residente y Humanitario en el país.
Millones de vidas se verían afectadas, agregó hablando desde la capital, Kabul.
Operaciones de salvamento
El Dr. Alakbarov estaba brindando una actualización sobre cómo la ONU y sus socios ayudaron a casi 23 millones de afganos durante el último año a raíz de la toma del poder por parte de los talibanes.
Han mantenido “probablemente el más grande y la operación de entrega de la línea de vida humanitaria más sin precedentes para el pueblo de Afganistán”, dijo.
Actualmente, unos 25 millones de afganos viven en la pobreza, y se necesita “atención inmediata y urgente” para hacer frente al aumento de los precios de los alimentos como resultado de la crisis alimentaria mundial y el declive económico del país.
Cuando se le preguntó qué sucedería si la financiación no se materializa, el Dr. Alakbarov habló sobre su reciente visita a un hospital en Kabul, realizada en vivo en una transmisión de noticias internacional. Vio niños desnutridos, lo que describió como “desgarrador”.
Obligado a vender niños
Desafortunadamente, estos niños no sobrevivirán al duro invierno, dijo, una temporada que hace la vida extremadamente difícil, particularmente para las personas que viven en áreas remotas.
Y aunque los afganos son conocidos por su resiliencia y su capacidad para sobrevivir, algunos han recurrido a estrategias de afrontamiento negativas.
“Has visto gente vendiendo órganos, has visto gente vendiendo niños. Esto ha sido ampliamente cubierto en los medios de comunicación y esto es lo que volveremos a ver si no se proporciona soporte,» él dijo.
Necesidades inminentes
A través de sus esfuerzos, los trabajadores humanitarios ayudaron a evitar la hambruna, mantuvieron los hospitales abiertos y en funcionamiento y garantizaron que se pagara al personal médico y a los maestros. También se apresuraron a apoyar las áreas afectadas por las inundaciones o el mortal terremoto de junio.
Aún así, cientos de miles de niñas no pueden asistir a la escuela secundaria, mientras que se han producido brotes de cólera y han aumentado otras enfermedades, incluidas las que afectan al ganado.
“En el futuro, las necesidades humanitarias seguirán siendo grandes, pero la la asistencia humanitaria por sí sola no es suficiente”, dijo el Dr. Alakbarov, subrayando la necesidad de abordar el cambio climático, la pobreza y la falta de desarrollo, especialmente en el sector agrícola.
“Sin mercados funcionales, sin (un) sector bancario operativo, sin inversiones en empleos de nivel básico, no podremos revertir las tendencias que estamos observando ahora en Afganistán. No podremos hacer que las personas pasen de sobrevivir a un modo próspero.”