El grupo terrorista Estado Islámico en la Provincia de África Occidental (ISWAP) se atribuyó la responsabilidad de una explosión que, según dijo, mató o hirió a 30 personas en un mercado donde se vendía alcohol en el estado de Taraba, informa Al Jazeera.
La explosión que ocurrió el martes marca una expansión del área donde opera la filial de ISIL en Nigeria.
La explosión tuvo lugar el martes en la localidad rural de Iware y la policía local inicialmente dijo que tres personas murieron y 19 resultaron heridas.
En un comunicado publicado el miércoles por la noche en un canal de mensajería de Telegram utilizado por ISWAP, el grupo describió a quienes detonaron la bomba en el mercado como «soldados del califato en el centro de Nigeria».
El comunicado dijo que el ataque había golpeado a “una reunión de cristianos infieles” y expresó su satisfacción porque el lugar para beber había sido dañado. No desglosó la cifra de víctimas en muertos y heridos.
El noreste de Nigeria ha estado bajo las garras de las rebeliones durante más de una década, pero Taraba, ubicada en el extremo este de la región central de Nigeria, no ha sido testigo de tales ataques antes.
En Nigeria, la nación más poblada de África, ha habido un aumento en el crimen y la violencia, exacerbado por las dificultades económicas causadas por la pandemia de COVID-19.
Los robos a mano armada abundan y los secuestros para pedir rescate se han vuelto cada vez más comunes, mientras que el noroeste del país se ha visto afectado por secuestros masivos de niños en las escuelas, así como ataques indiscriminados en pueblos y aldeas por parte de bandas armadas.
Sin embargo, la peor y más prolongada crisis de seguridad sigue siendo la del noreste, donde Boko Haram e ISWAP, que escapó de la primera, han asesinado, secuestrado y saqueado a gran escala mientras luchaban contra el ejército nigeriano.