El carcinoma hepatocelular (CHC) es una de las neoplasias malignas más prevalentes a nivel mundial y es la tercera causa principal de muertes relacionadas con el cáncer. Los principales tratamientos curativos para el CHC son el trasplante de hígado, la hepatectomía y la ablación local. Sin embargo, la tasa de recurrencia del CHC después de la hepatectomía o la ablación sigue siendo alarmantemente alta, hasta el 70%, lo que afecta gravemente el pronóstico del paciente y la supervivencia general (SG).
Para mitigar la recurrencia posoperatoria y mejorar los resultados de los pacientes, se han explorado diversas terapias adyuvantes. A pesar de la eficacia de varios tratamientos adyuvantes para reducir las tasas de recurrencia y mejorar la supervivencia, no existe un consenso estandarizado sobre su aplicación en las directrices nacionales, lo que genera disparidades significativas en las recomendaciones entre las prácticas médicas orientales y occidentales.
La recurrencia del carcinoma hepatocelular (CHC) se puede clasificar en dos categorías: recurrencia temprana, que suele ocurrir dentro de los dos años posteriores al tratamiento, y recurrencia tardía, que ocurre después de dos años. La recurrencia temprana suele estar relacionada con micrometástasis intrahepáticas o microtrombos del tumor primario, mientras que la recurrencia tardía suele estar asociada con nuevas formaciones tumorales multicéntricas.
Los factores de riesgo de recurrencia temprana incluyen un tumor de gran tamaño (>5 cm), tumores múltiples, presencia de lesiones satélite, ausencia de cápsula tumoral, ruptura tumoral, resección no anatómica, márgenes de resección estrechos (≤2 cm), niveles elevados de alfafetoproteína (≥400 ng/mL) e invasión microvascular o macrovascular. Por el contrario, los factores de riesgo de recurrencia tardía incluyen cirrosis hepática, grados más altos de actividad de hepatitis y mala clasificación tumoral.
El objetivo principal de la terapia adyuvante después de tratamientos locales como la hepatectomía o la ablación es reducir la tasa de recurrencia y, por lo tanto, mejorar la supervivencia libre de recurrencia (SLR) y la SG. La elección de la terapia adyuvante debe guiarse por los factores de riesgo específicos de la recurrencia temprana o tardía.
- Terapia antiviral: En el caso de los pacientes con carcinoma hepatocelular relacionado con la hepatitis, la terapia antiviral tiene como objetivo inhibir la replicación viral a largo plazo, reducir el daño hepático, prevenir la progresión de la enfermedad y, en última instancia, prolongar la supervivencia. En el caso del carcinoma hepatocelular relacionado con el VHC, la erradicación viral sostenida mediante regímenes basados en interferón o sin interferón reduce significativamente la recurrencia. De manera similar, en el caso del carcinoma hepatocelular relacionado con el VHB, se recomiendan análogos de nucleósidos como el tenofovir y el entecavir. Los estudios han demostrado que el tenofovir es particularmente eficaz para reducir la recurrencia y mejorar la supervivencia en comparación con el entecavir.
- Quimioembolización transarterial (TACE): se utiliza a menudo como terapia adyuvante para pacientes con alto riesgo de metástasis intrahepática. La TACE se dirige a las células tumorales diseminadas que se han propagado desde el tumor primario, lo que ayuda a reducir la recurrencia temprana al eliminar eficazmente los tumores residuales.
- Inhibidores de los puntos de control inmunitario (ICI): las directrices recientes, en particular en los Estados Unidos, han comenzado a incluir recomendaciones para los ICI en el contexto adyuvante. Los ICI ayudan a reforzar la inmunidad antitumoral del cuerpo y han demostrado ser prometedores en la reducción de las tasas de recurrencia y la mejora de los resultados de supervivencia en pacientes con carcinoma hepatocelular (CHC).
A pesar de los resultados prometedores de diversas terapias adyuvantes, aún quedan varias preguntas y desafíos sin respuesta. La falta de un estándar universalmente aceptado para la terapia adyuvante en el carcinoma hepatocelular resalta la necesidad de más investigaciones y ensayos clínicos para establecer pautas claras.
Además, se debe considerar cuidadosamente el equilibrio entre los beneficios y los posibles efectos adversos de los tratamientos adyuvantes para optimizar los resultados de los pacientes. Los estudios futuros deberían apuntar a refinar los criterios de selección de pacientes para terapias adyuvantes, adaptando los tratamientos en función de los perfiles de riesgo individuales para maximizar la eficacia y minimizar los daños.
En conclusión, si bien se han logrado avances importantes en el desarrollo de terapias adyuvantes para el CHC, la investigación en curso y la colaboración internacional son esenciales para estandarizar los protocolos de tratamiento y mejorar el pronóstico de los pacientes con CHC en todo el mundo.
El estudio es publicado en el Revista de hepatología clínica y traslacional.
Más información:
Le Li et al, Terapia adyuvante para el carcinoma hepatocelular después del tratamiento curativo: varias preguntas sin respuesta, Revista de hepatología clínica y traslacional (2024). Documento de la investigación: 10.14218/JCTH.2024.00030
Proporcionado por Xia & He Publishing
Citación: Terapia adyuvante para el carcinoma hepatocelular después del tratamiento curativo: varias preguntas sin respuesta (16 de julio de 2024) recuperado el 16 de julio de 2024 de https://medicalxpress.com/news/2024-07-adjuvant-therapy-hepatocellular-carcinoma-curative.html
Este documento está sujeto a derechos de autor. Salvo que se haga un uso legítimo con fines de estudio o investigación privados, no se podrá reproducir ninguna parte del mismo sin autorización por escrito. El contenido se ofrece únicamente con fines informativos.