El martes, Coordinador Residente de la ONU en SudánClementine Nkweta-Salami, expresó su grave preocupación por los informes de las organizaciones de ayuda humanitaria de que el campamento de Zamzam fue objeto de intensos bombardeos durante la tarde del 1 de diciembre y nuevamente el 2 de diciembre.
«Los civiles y la infraestructura civil están protegidos por el derecho internacional humanitario y nunca deberían ser un objetivo», subrayó.
Según organizaciones humanitarias, el bombardeo mató al menos a cinco personas e hirió a 18, lo que provocó la evacuación de un hospital y la suspensión de las operaciones sanitarias en el campamento, situado cerca de El Fasher, capital del estado de Darfur del Norte.
Condiciones al punto de ruptura
El campo de Zamzam, que ya enfrenta un asedio que dura meses, alberga a más de medio millón de personas desplazadas, se ha enfrentado a una grave escasez de suministros humanitarios críticos.
Los expertos en seguridad alimentaria confirmaron las condiciones de hambruna en agosto de 2024, lo que convierte a Zamzam en el único lugar del mundo donde se ha declarado hambruna este año.
“Ya han pasado 232 días desde que comenzó el asedio de El Fasher, que ha provocado niveles inaceptables de sufrimiento humano”, afirmó la Sra. Nkweta-Salami.
La violencia ha devastado aún más la infraestructura civil, incluidos centros de salud y refugios, exacerbando una situación ya de por sí terrible.
Llamado urgente a la acción
La ONU y los socios humanitarios han condenado enérgicamente estos ataques contra civiles y han pedido el cese inmediato de la violencia.
“[Civilian] la protección es primordial”, afirmó la Sra. Nkweta-Salami.
El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA) también ha instado a todos los grupos armados a que garanticen sistemáticamente un paso seguro para que la ayuda alimentaria llegue al campo.
“Tenemos la comida. Tenemos los camiones. Contamos con el personal a bordo para garantizar que esta ayuda llegue allí. Ahora necesitamos que todas las partes en conflicto y los grupos armados permitan que estos alimentos y nutrientes vitales lleguen de manera segura”, subrayó Alex Marianelli, Director Adjunto de Operaciones del PMA en Sudán.
Con más de 11 millones de personas desplazadas en todo Sudán, incluidos 5,8 millones de mujeres y niños, la escalada de violencia ha profundizado la mayor crisis de desplazamiento del mundo.
La ONU ha renovado sus llamados a la atención internacional y a la acción inmediata para abordar el sufrimiento actual de las comunidades desplazadas de Sudán.