El paso fronterizo de Adre con Chad ha estado cerrado durante la mayor parte del año. Es la ruta más directa y eficiente para que la ayuda humanitaria llegue a millones de personas en la región sudanesa de Darfur que se enfrentan a niveles récord de hambre aguda.
Los expertos en seguridad alimentaria declararon recientemente que la guerra entre ejércitos sudaneses rivales, que estalló en abril de 2023, ha empujado a partes del estado de Darfur del Norte a la hambruna, en particular el campamento de Zamzam, donde se refugian más de medio millón de personas desplazadas.
Acceso humanitario sin trabas
“El Secretario General subraya la importancia de adoptar medidas concretas y sostenidas para facilitar el acceso humanitario y proteger a los civiles, de conformidad con las obligaciones de las partes sudanesas en virtud del derecho internacional humanitario y las modalidades acordadas previamente”, dijo el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric. Una declaración.
«Las organizaciones humanitarias deben tener acceso pleno, seguro y sin obstáculos para llegar a todos los civiles necesitados en Darfur y en todo el país», añadió.
La declaración concluyó subrayando el pleno compromiso de las Naciones Unidas de trabajar con todas las partes interesadas pertinentes para ayudar a poner fin al conflicto en Sudán y aliviar el sufrimiento de la población.
Ampliación de la asistencia
Las autoridades sudanesas revocaron el permiso para utilizar el cruce de Adre en febrero, convirtiendo el cruce de Tine en la única ruta para la entrega de ayuda humanitaria transfronteriza desde Chad.
El viernes, las agencias de la ONU, incluido el Programa Mundial de Alimentos (PMA) recibió con agrado la noticia de su reapertura.
Este desarrollo permitirá al PMA ampliar su asistencia a 14 zonas que enfrentan hambruna en Darfur, Kordofán, Jartum y Al Jazirah.
El objetivo es apoyar hasta 8,4 millones de personas hasta finales de año.