El país está sumido en una grave crisis económica que ha tenido graves repercusiones en los derechos humanos de todas las comunidades.
Esto ha provocado demandas de reformas más profundas y rendición de cuentas, lo que brinda a las autoridades una nueva oportunidad para orientar un nuevo camino a seguir, dijo. el informeque pide la celebración de un diálogo nacional para promover los derechos humanos y la reconciliación.
Se necesitan cambios fundamentales
Sin embargo, para que se produzcan mejoras sostenibles, será vital reconocer y abordar los factores subyacentes que han contribuido a la crisis. Estos incluyen la impunidad por violaciones de derechos humanos pasadas y presentes, delitos económicos y corrupción endémica.
“Se requerirán cambios fundamentales para abordar los desafíos actuales y para evitar que se repitan las violaciones de derechos humanos del pasado,”, dijo el informe.
Pide una acción inmediata por parte del Gobierno, al que se insta a poner fin a la dependencia de las leyes de seguridad draconianas y la represión de las protestas pacíficas, y a revertir la tendencia hacia la militarización.
Los funcionarios también deben mostrar un compromiso renovado con la reforma del sector de la seguridad y el fin de la impunidad, y cumplir con ella.
El enfoque de línea dura del gobierno
Si bien las fuerzas de seguridad han mostrado recientemente una moderación considerable en respuesta a las protestas masivas, el informe señala que el Gobierno ha tomado una línea más dura al arrestar a algunos líderes estudiantiles en virtud de la Ley de Prevención del Terrorismo y reprimir violentamente manifestaciones pacíficas.
Además, también continúa un entorno fuertemente militarizado y una cultura de vigilancia en el norte y el este del país.
La oficina de derechos humanos de la ONU instó al nuevo gobierno a relanzar lo que llamó “una estrategia integral y centrada en las víctimas sobre justicia transicional y rendición de cuentas”.
Papel central de las víctimas
La estrategia debe contener un plan con plazos determinados para implementar los compromisos pendientes, incluida la adopción de medidas para el establecimiento de un mecanismo creíble de búsqueda de la verdad y un ad hoc tribunal especial.
A las víctimas también se les debe dar un papel central en el diseño e implementación de todos los mecanismos de rendición de cuentas y justicia transicional.
El informe también señaló la falta de progreso para establecer la verdad sobre los atentados del domingo de Pascua en 2019, en los que más de 200 personas murieron en una serie de explosiones en iglesias y hoteles.
La oficina de derechos humanos pidió una investigación de seguimiento independiente y transparente, con asistencia internacional y la plena participación de las víctimas y sus representantes.
Apelación a otros países
“El Estado de Sri Lanka, incluso a través de sucesivos gobiernos, ha fracasado sistemáticamente en llevar a cabo un proceso de justicia transicional efectivo para responsabilizar a los perpetradores de graves violaciones y abusos de los derechos humanos y defender los derechos de las víctimas a la verdad, la justicia y la reparación”, afirma el informe.
“Más bien, crearon obstáculos políticos para la rendición de cuentas y promovieron e incorporaron activamente a algunos oficiales militares implicados de manera creíble en presuntos crímenes de guerra en los niveles más altos del gobierno”.
En ausencia de avances hacia la rendición de cuentas a nivel nacional, el informe instó a otros países a cooperar en los esfuerzos de rendición de cuentas, incluso utilizando las vías disponibles de jurisdicción extraterritorial y universal, para investigar y enjuiciar los delitos de derecho internacional cometidos en Sri Lanka.
Los países también deben explorar nuevas medidas dirigidas a las personas de las que se alega de manera creíble que han sido responsables de graves violaciones y abusos del derecho internacional de los derechos humanos, o violaciones graves del derecho internacional humanitario.