Sin embargo, todavía hay tiempo para satisfacer las necesidades de las comunidades rurales que se encuentran entre las que corren mayor riesgo, la agencia de la ONU dijoy agregó que también se requiere una inversión a gran escala en resiliencia y apoyo a los medios de subsistencia para romper el ciclo del hambre.
“Se requerirán niveles sostenidos de apoyo a gran escala hasta mediados o finales de 2023, si queremos prevenir, no solo retrasar, la hambruna”, dijo Etienne Peterschmitt, Representante de la FAO en el país.
Millones enfrentando el hambre
Somalia se ha visto empujada al borde de la hambruna debido a una sequía histórica provocada por cinco temporadas de lluvia fallidas consecutivas, el aumento vertiginoso de los precios de los alimentos y la intensificación del conflicto.
Se espera que casi dos millones de personas estén en condiciones de emergencia IPC 4 entre enero y marzo del próximo año, aumentando a 2,7 millones en junio.
Hasta 727.000 podrían enfrentar una inseguridad alimentaria catastrófica a mediados de año, lo que significa hambre y muerte.
Se necesita ‘acción real’
El Sr. Peterschmitt describió la situación en Somalia como terrible.
Aunque los niveles actuales de asistencia humanitaria están ayudando a prevenir lo que él llamó “resultados extremos”, no son suficientes para detener la amenaza de hambruna más allá de unos pocos meses a la vez.
“La gente está muriendo en la Fase 4 de la IPC. Sin embargo, todavía hay un enfoque implacable en las declaraciones de hambruna como desencadenante de la acción”, dijo.
“Es necesario tomar medidas reales no solo para ayudar a las comunidades a satisfacer sus necesidades inmediatas, sino también para que puedan adaptar sus medios de vida y desarrollar resiliencia frente a las crisis climáticas y los shocks económicos, preparándolos para lo que pueda traer el futuro”.
Protección de los rebaños de ganado
La sequía sin precedentes en el Cuerno de África es la más grave de la historia reciente, según la oficina de asuntos humanitarios de la ONU, OCAH.
Las comunidades rurales de agricultores y pastores, así como las comunidades desplazadas que en su gran mayoría provienen de áreas rurales, se encuentran entre las que corren mayor riesgo de hambruna.
Su supervivencia depende de la supervivencia de sus rebaños y de su capacidad para cultivar, dijo la FAO, los cuales se han visto obstaculizados por la sequía.
“La nutrición de sus hijos está indisolublemente ligada a la salud y productividad de sus animales. Incapaces de producir leche, esos animales han estado muriendo a un ritmo alarmante durante el último año”, agregó la agencia.
Asistencia rentable
La FAO dijo que es crucial salvar el ganado y mantenerlo alimentado y saludable, porque es la única fuente de alimentos e ingresos para muchas comunidades rurales.
Mantener alimentado al ganado redujo el riesgo de desnutrición aguda hasta en un 11 por ciento entre las familias de pastores, según los hallazgos preliminares de un próximo estudio en el Cuerno de África.
Además, brindar esta asistencia es relativamente económico, con un costo promedio de alrededor de 40 centavos por cabra, en comparación con los 40 dólares para reemplazar al animal.
Llegar a las comunidades vulnerables
La asistencia para los medios de vida rurales salva vidas, dijo la FAO. Este apoyo ayuda a las personas a permanecer en sus hogares cuando es seguro hacerlo y allana el camino para una futura recuperación.
La falta actual de financiamiento a gran escala para este apoyo y para la producción de alimentos resilientes al clima y las prioridades de desarrollo plantea grandes desafíos, lo que hace que las comunidades sean vulnerables a los impactos climáticos y económicos.
Durante los últimos ocho meses, la FAO llegó a más de 700 000 personas en 35 distritos con efectivo a través de su Plan de ampliación de la prevención de la hambruna.
Más de 40.000 personas recibieron semillas, alimentos para animales, fertilizantes y otros insumos agrícolas durante este período, 11 millones de animales fueron tratados y 27 millones de litros de agua fueron transportados a zonas remotas.
Se han proporcionado más de $24 millones en efectivo, junto con asistencia para medios de subsistencia, a las comunidades rurales que están más expuestas a la hambruna.
La FAO planea llegar a más de un millón de personas más en los próximos meses, pero necesitará fondos adicionales para sus operaciones, incluso para ayudar a las comunidades en áreas rurales inaccesibles y de difícil acceso.