«Intensificaremos los esfuerzos de vigilancia local y continuaremos monitoreando la propagación de BA.4 y BA.5 en Singapur. Si bien nuestra sociedad ahora es más resistente contra el virus, todos deben continuar desempeñando su papel y permanecer atentos para mitigar la propagación de COVID-19», dijo el Ministerio de Salud.
«En particular, las personas vulnerables a las complicaciones de la COVID-19, como las personas no vacunadas, las personas mayores de 60 años y las personas con enfermedades crónicas, deben asegurarse de estar al día con los refuerzos recomendados y tener precaución en entornos con muchos riesgos potenciales». contactos».
Tanto BA.4 como BA.5 contienen mutaciones en la proteína de punta que parecen conferir mayores propiedades de escape inmunitario y una mayor transmisibilidad en comparación con BA.1 y BA.2 que causaron la ola Omicron a principios de este año.
Sin embargo, la evidencia emergente del mundo real de otros países respalda que las infecciones BA.4 y BA.5 probablemente darán lugar a resultados clínicos similares, en comparación con los linajes anteriores de Omicron.
Según la OMS, hasta el 11 de mayo se han notificado al menos 1000 casos de BA.4 y BA.5 en al menos 16 países.
LAS SUBVARIANTES ESQUIVAN LOS ANTICUERPOS DE LA INFECCIÓN
Sudáfrica está experimentando un aumento repentino de nuevos casos de COVID-19 impulsados por estas dos subvariantes, y el país experimenta un número cada vez mayor de casos nuevos y hospitalizaciones algo más altas.
Sin embargo, no ha habido aumentos en casos graves y muertes.
A principios de este mes, científicos sudafricanos descubrieron que BA.4 y BA.5 pueden esquivar bien los anticuerpos de una infección anterior, pero son mucho menos capaces de prosperar en la sangre de las personas vacunadas contra el COVID-19, según un informe de Reuters.
Las pruebas que involucraron muestras de sangre de participantes no vacunados previamente infectados por Omicron mostraron que la producción de anticuerpos se redujo casi ocho veces cuando se expuso a BA.4 y BA.5, en comparación con el linaje original BA.1 Omicron. La sangre de las personas vacunadas mostró una disminución de tres veces.