Serbia celebró un referéndum el domingo sobre las enmiendas constitucionales que, según el gobierno populista, son necesarias para que el país balcánico avance en su intento de unirse a la Unión Europea.
La boleta se centra en los cambios en la elección de jueces y fiscales que, según las autoridades, apuntan a impulsar su independencia en el país, donde el poder judicial es ampliamente visto como corrupto y políticamente controlado.
El referéndum ha sido aclamado por la Unión Europea, Estados Unidos y algunos países occidentales como un paso en la dirección correcta. Pero los críticos en casa dicen que los cambios son insuficientes.
Algunos partidos de la oposición y expertos independientes también han argumentado que el referéndum se organizó en un ambiente generalmente no democrático, con demasiada prisa y demasiado pronto antes de las elecciones previstas para principios de abril.
El gobierno del presidente Aleksandar Vučić se ha enfrentado a acusaciones de coartar las libertades democráticas, que ha negado.
Vučić y otros funcionarios instaron el domingo a los votantes a apoyar las enmiendas y ayudar al país a avanzar.
«Cumplí con mi deber como ciudadano y creo que, espero, que la gente vote por el progreso de la democracia y el estado de derecho en nuestro país», dijo Vučić, y afirmó que esperaba que «de la mejor manera posible mostremos que aun con temas como estos […] son temas mediante los cuales mejoraremos nuestra sociedad en todos los sentidos y al mismo tiempo crearemos un ambiente mucho mejor para los inversores».
Unos 6,5 millones de ciudadanos serbios tenían derecho a votar en el referéndum. Alrededor del 20 por ciento de la gente salió a votar a las 4 pm, y los colegios electorales cerraron a las 8 pm.
Una mayoría simple de los que asistan decidirá el resultado. Los resultados oficiales se esperaban el lunes.
El gobierno ha instado a la minoría serbia de Kosovo, una antigua provincia serbia que declaró su independencia en 2008, a acudir a los pueblos cercanos de Serbia para emitir su voto después de que las autoridades de Kosovo se negaran a permitir la apertura de colegios electorales allí.
Decenas de serbios de Kosovo realizaron una protesta el domingo en la parte norte de Kosovo, de mayoría serbia. No se reportaron incidentes.
Serbia no reconoce la independencia de Kosovo, que ha sido respaldada por la mayoría de los países de la UE y Estados Unidos.
La normalización de las relaciones entre ambos es un requisito para la futura adhesión a la UE.