“Estamos gravemente preocupados por su bienestar y seguridad”, Ravina Shamdasani, portavoz del Alto Comisionado para los Derechos Humanos,dijo periodistas en una rueda de prensa periódica en Ginebra.
A pesar de lade factoanuncio de las autoridades el sábado de una investigación sobre la desaparición hace dos semanas de estos individuos, “todavía no hay información confirmada sobre su paradero”, agregó.
Clima de incertidumbre
A primera hora de la tarde del 19 de enero, Parwana Ibrahim Khil y su cuñado fueron secuestrados mientras viajaban por Kabul.
Más tarde esa misma noche, Tamana Paryani y sus tres hermanas fueron sacadas de una casa en la ciudad.
El 16 de enero, tanto la Sra. Khil como la Sra. Paryani habían participado en manifestaciones pacíficas para pedir que los talibanes, que volvieron al poder en agosto pasado, respetaran los derechos de las mujeres.
Desde entonces, ha habido informes de registros domiciliarios de otras mujeres que participaron en las protestas.
“La falta de información clara sobre la ubicación y el bienestar de estas y otras personas perpetúa un clima de miedo e incertidumbre”, subrayó la Sra. Shamdasani.
patrón preocupante
Estos informes también han puesto de relieve lo que parece ser “un patrón de arrestos y detenciones arbitrarias”, así como torturas y malos tratos de activistas de la sociedad civil, periodistas y trabajadores de los medios de comunicación, así como ex miembros del Gobierno y de las fuerzas de seguridad en Afganistán, dijo.
Además, a medida que el control sobre la disidencia parece estar reforzándose, ACNUDH sigue recibiendo denuncias creíbles de otras graves violaciones de derechos humanos.
“Hacemos un llamado a lade factoautoridades a informar públicamente sobre los resultados de su investigación sobre el secuestro y desaparición de estas mujeres activistas y sus familiares, a tomar todas las medidas posibles para garantizar su liberación segura e inmediata, y a hacer que los responsables rindan cuentas”, dijo la Sra. Shamdasani.
Responsabilizar a los responsables
También instó a los funcionarios talibanes a “garantizar que todos los informes de esta naturaleza” se investiguen con prontitud y eficacia, y que los responsables de secuestros y arrestos arbitrarios rindan cuentas, de conformidad con el derecho internacional de los derechos humanos.
“Todas las personas que puedan ser arbitrariamente detenidas por ejercer sus derechos deben ser prontamente liberadas”, puntualizó.
“También instamos a los líderes talibanes a enviar mensajes claros a sus bases de que no debe haber represalias contra las personas que se manifiestan pacíficamente y ejercen sus derechos a la libertad de expresión y reunión pacífica”.