Por el momento no está claro cómo se inició el incendio, pero Ucrania y Rusia se han culpado mutuamente.
Las autoridades ucranianas han informado del inicio de un incendio en la central eléctrica de Zaporizhia, controlada por Rusia.
Los funcionarios locales dijeron que fue una provocación de las fuerzas rusas e instaron a los aliados occidentales y al organismo de control atómico de la ONU a actuar.
Según Yevhen Yevtushenko, jefe de la administración militar de Nikopol, que está al otro lado del río de la ocupada Enerhodar, donde se encuentra la planta, las fuerzas rusas prendieron fuego a los neumáticos de los automóviles en las torres de refrigeración para que pareciera que se había producido un incendio.
“Quizás se trate de una provocación o de un intento de crear pánico en los asentamientos de la margen derecha del antiguo embalse”, afirmó Yevtushenko.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, también dijo que Rusia estaba usando la planta para chantajear a Ucrania y jugar con los temores occidentales de una escalada.
Rusia, por su parte, atribuyó el incendio a los bombardeos de las fuerzas ucranianas, aunque no ha aportado ninguna prueba.
El Director General del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Mariano Grossi, dijo que el incendio no ha causado impacto en la seguridad nuclear
Agregó que cualquier acción militar contra la planta es una violación de los cinco principios concretos para la protección de la instalación, que fueron establecidos en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en mayo del año pasado.
“Estos ataques temerarios ponen en peligro la seguridad nuclear de la central y aumentan el riesgo de un accidente nuclear. Deben cesar ya”, afirmó el director general Grossi.