Hace dos años, Londres anunció la Asociación para el Desarrollo Económico y la Migración (MEDP, por sus siglas en inglés), ahora conocida como la Asociación de asilo entre el Reino Unido y Ruandaque afirmaba que los solicitantes de asilo en el Reino Unido serían enviados a Ruanda antes de que sus casos pudieran ser escuchados.
El sistema nacional de asilo de Ruanda consideraría entonces su necesidad de protección internacional.
En noviembre de 2023, la Corte Suprema del Reino Unido declaró que la política era ilegal debido a preocupaciones de seguridad en Ruanda. En respuesta, el Reino Unido y Ruanda crearon el nuevo proyecto de ley, declarando a Ruanda un país seguro, entre otras estipulaciones.
Riesgo de devolución
El Primer Ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, está trabajando para que se apruebe el proyecto de ley y recientemente dijo que el primer vuelo que transportará a solicitantes de asilo saldrá en 10 a 12 semanas, alrededor de julio, según informes de los medios internacionales.
Sin embargo, los relatores especiales de la ONU advirtió que Expulsar a los solicitantes de asilo a Ruanda o a cualquier otro lugar podría poner a las aerolíneas y a las autoridades de aviación en riesgo de sufrir devolución – el retorno forzoso de refugiados o solicitantes de asilo a un país donde pueden enfrentar persecución, tortura u otros daños graves – “lo que violaría el derecho a no ser sometido a tortura u otros tratos crueles, inhumanos o degradantes”.
Los expertos dijeron que “incluso si se aprueban el acuerdo entre el Reino Unido y Ruanda y el proyecto de ley de Seguridad de Ruanda, las aerolíneas y los reguladores de la aviación podrían ser cómplices de violar los derechos humanos internacionalmente protegidos y las órdenes judiciales al facilitar las deportaciones a Ruanda”.
Agregaron que las aerolíneas deberían ser consideradas responsables si ayudan en la expulsión de solicitantes de asilo del Reino Unido.
Los expertos de la ONU han estado en contacto con el gobierno del Reino Unido y los reguladores de la aviación nacionales, europeos e internacionales para recordarles sus responsabilidades, incluso en el marco de la ONU. Principios rectores sobre empresas y derechos humanos.
la ONU Consejo de Derechos Humanos nombra relatores especiales para monitorear e informar sobre situaciones y problemas globales. Sirven a título individual, no son personal de la ONU, son independientes de cualquier gobierno u organización y no reciben compensación por su trabajo.