La hija mayor de la madre asesinada Allison Baden-Clay celebró su graduación universitaria, 10 años después del crimen de su padre.
La hija mayor de la asesinada Allison Baden-Clay celebró su graduación universitaria, 10 años después de la muerte de la madre a manos de su esposo.
Las imágenes publicadas en las redes sociales mostraban a Hannah Baden-Clay completando un curso de danza en el Queensland Universidad de Tecnologia.
La joven de 20 años posó con su toga y birrete de graduación con sus hermanas, Sarah, de 18 y Ella, de 15, que se quedaron sin madre cuando su padre, Gerard Baden-Clay, la asesinó en abril de 2012.
Gerard fue sentenciado a cadena perpetua después de que un jurado de la Corte Suprema lo declarara culpable del asesinato de Allison, luego de un juicio de seis semanas en 2014.
Desde el momento en que se encontró el cuerpo de Allison, Gerard ha sostenido que no estuvo involucrado en la muerte de su esposa, sin embargo, en la apelación, su equipo de defensa admitió que había pruebas suficientes para señalar el hecho de que él la mató.
De lo que no había suficiente evidencia, argumentaron, era que lo hizo intencionalmente.
Fue un cambio de táctica controvertido que provocó una indignación generalizada, particularmente cuando el Tribunal de Apelaciones en 2015 dictaminó que no había pruebas suficientes para probar el asesinato, anuló la condena y la sustituyó por homicidio involuntario.
En una impugnación del fallo del Tribunal Superior un año después, se restableció la condena por asesinato.
Un abrumador cuerpo de evidencia apuntaba al hecho de que fue él quien le quitó la vida: los rasguños que ella le dejó en la cara, el follaje de su jardín encontrado en su cabello y las gotas de su sangre descubiertas en el automóvil familiar que solía conducirla. 14 km hasta el lecho de un arroyo, donde tiró su cuerpo.
El cuerpo de Allison fue encontrado por un kayakista en las orillas del arroyo Kholo, 10 días después de que Gerard denunciara su desaparición.
No se unió a la búsqueda y le dijo a la policía que las marcas rojas en su rostro eran “cortes de afeitado”.
Gerard estaba teniendo una aventura con Toni McHugh, quien luego testificó que él le había dicho que ya no estaba enamorado de Allison y que vivían en un matrimonio sin sexo.
Los detectives que investigaban la muerte de la madre de tres hijos tardaron otras seis semanas en acusarlo de su asesinato, cargo que él ha negado desde entonces.