Más viñedos y grandes inversores anuncian una época dorada para la industria vitivinícola británica, que se prepara para competir con la élite europea.
El aumento de las inversiones y los beneficios del cambio climático se combinan para impulsar la industria vitivinícola británica, pero ¿puede representar una amenaza real para las grandes bestias de Europa?
Los datos de la asociación industrial WineGB sugieren que el número de hectáreas de tierra dedicadas a la producción de vino en Gran Bretaña se ha duplicado en la última década hasta alcanzar unas 4.000.
El número de bodegas ha aumentado más del 50 por ciento, hasta alcanzar las 200, y el número de viñedos se ha duplicado, hasta alcanzar unos 950.
Calidad sobre cantidad
Pero el tamaño no lo es todo. A pesar de su impresionante crecimiento, la industria vinícola del Reino Unido todavía se ve eclipsada por sus rivales europeos de peso. El Reino Unido aún no tiene el peso suficiente para competir con los mejores de Europa, pero puede desafiarlos en cuanto a calidad.
En lo que respecta a la cata, los vinos británicos superan ampliamente sus expectativas. El grupo Chapel Down, uno de los mayores productores de vino de Inglaterra, ha acumulado una impresionante cantidad de victorias en concursos internacionales de vinos a lo largo de los años.
El año pasado, el grupo disfrutó de 28 éxitos en competiciones, incluidas medallas de oro en el International Wine Challenge y en los premios Decanter World Wines, que juzgan más de 18.000 vinos de 57 países.
El director ejecutivo de Chapel Down, Andrew Carter, tiene la vista puesta en crear una región vinícola aclamada internacionalmente en el Reino Unido y está consiguiendo la inversión para respaldar sus grandes ambiciones.
Inyección de efectivo
Los inversores de la City de Londres, que no son conocidos por arriesgar su dinero en inversiones especulativas, están poniendo su dinero en la industria del vino británico en un intento de llevarla al siguiente nivel.
Nigel Wray, un conocido inversor de la City, tiene una participación del 14 por ciento en Chapel Down, mientras que Lord Spencer de Alresford, cuyas inversiones abarcan bienes raíces, tecnología financiera, cibertecnología y exploración de petróleo y gas, tiene una participación del 26 por ciento en Chapel Down.
El ex presidente del Partido Conservador del Reino Unido, filántropo, empresario internacional y multimillonario, Lord Ashcroft, ha adquirido una participación de control del 66 por ciento en Gusbourne, un galardonado productor con viñedos en el suroeste de Inglaterra (Kent y Sussex).
El respaldo financiero está ayudando a la expansión de la industria vinícola británica. Gusbourne, que ya cuenta con 93 hectáreas de viñedos maduros, ha adquirido 55 hectáreas de terreno en Kent, listas para plantar en los próximos años.
Las exportaciones van bien
El vino británico de alta calidad está encontrando nuevos mercados en todo el mundo. Las exportaciones representan una quinta parte de los ingresos netos de Gusbourne, con ventas en 35 mercados, incluidos Escandinavia, Japón y Estados Unidos. La conquista del mercado chino impulsaría aún más las ventas, pero las preocupaciones geopolíticas están frenando las decisiones de inversión.
Así, mientras las regiones tradicionalmente productoras de vino del sur de Europa luchan contra el aumento de las temperaturas, lo que hace que algunos viñedos sean menos viables, Gran Bretaña está sentando las bases para una lucha concertada contra las grandes bestias de la producción de vino.