El ejército británico está investigando un informe de que un hombre, haciéndose pasar por un sacerdote, pasó la noche en el cuartel de las tropas encargadas de proteger a la reina.
Según el diario Sun, el impostor logró ingresar al cuartel de la Guardia de Coldstream sin ninguna identificación. Más tarde, según los informes, comió, bebió y compartió historias con las tropas.
Un portavoz del Ministerio de Defensa dijo que la Reina no estaba en la residencia en ese momento y agregó: “El ejército se toma muy en serio esta violación de la seguridad y será investigada a fondo como una cuestión prioritaria.
“Este incidente ahora es parte de una investigación en curso y, por lo tanto, sería inapropiado comentar más en este momento”.
Aparentemente, el hombre había afirmado ser sacerdote y les dijo a los oficiales que era amigo de un miembro del capellán del batallón. Luego lo invitaron a pasar y le ofrecieron algo de comer y beber.
Según uno de los soldados, contó muchas historias fantásticas y comenzaron a sospechar cuando “comenzó a hablar sobre cómo había trabajado como piloto de pruebas de asientos eyectables y le habían reemplazado algunos órganos”.
Los Guardias de Coldstream, una unidad del ejército encargada de brindar protección a la familia real en eventos y ocasiones ceremoniales, rompieron los protocolos cuando invitaron a un sacerdote falso a sus barracas. Ese lapso podría resultar en que se tomaran medidas severas contra los responsables.
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