Carreras de Hollywood como la de Christian Bale le permiten a uno tener la capacidad de conducir literalmente cualquier cosa que les plazca. Pero a pesar de desempeñar papeles como el histórico piloto de carreras Ken Miles en 2019 vado contra ferrariBale no parece tener gustos caros o exóticos en autos, ya que uno de sus diarios es algo bastante sencillo: una camioneta Toyota Tacoma usada.
Bale, que ha sido fotografiado con el camión desde hace muchos años, dijo La bestia diaria en 2016 que compró su Tacoma usada en 2003 y ni siquiera había considerado conducir otra cosa. La camioneta no solo sirve como camuflaje útil para el premio de la Academia y el doble ganador del Globo de Oro, sino que también, como puede atestiguar cualquier propietario de una camioneta, es muy útil para sus necesidades.
«Me encantan las motos, así que las pongo en la parte trasera del camión», dijo Bale, que solía correr motos según El expreso indio. «¡Es práctico y todos mis amigos lo necesitan para mover cosas! Una vez que tienes una camioneta, no vuelves a nada más. Y también me importa una mierda si se raya, nadie quiere robar nadie piensa que tenga algo de valor. ¡Lo compré de segunda mano y lo tengo desde hace 13 años!»
Las fotos de la camioneta de Bale indican que es un modelo de primera generación posterior al lavado de cara, que aterrizó entre 2001 y 2003. Es un PreRunner con un V6 de 3.4 litros, lo que también significa que es tracción trasera y no un 4×4. No es bueno para gatear, pero no parece que Bale lo use para eso, y evidentemente no tiene interés en usarlo para el espectáculo. (Para eso está su carrera como actor.) No parece ser el único vehículo de Bale, ya que lo fue fotografiado esta primavera con un Porsche SUV, probablemente un Cayenne, en la playa. Sin embargo, como no puede transportar bicicletas, no es un sustituto completo de la Tacoma.
Si bien muchos de nosotros daríamos un brazo y una pierna por el tipo de influencia y riqueza que tendrían los famosos de Hollywood, su elección de autos muestra que el anonimato y el pragmatismo no pierden su atractivo. Después de todo, cuando todo el mundo reconoce tu rostro y cree saber quién eres, subirte al volante de una Toyota Tacoma puede ser la única manera de que el público te trate con normalidad.
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