El sábado se produjeron intensos combates en la frontera rusa, después de que miles de tropas ucranianas lanzaran una incursión a gran escala en el país que los invadió en 2022.
Rusia libró intensas batallas contra miles de tropas ucranianas el sábado, tras la mayor incursión de Ucrania en territorio de Moscú desde el inicio de la guerra en 2022.
Según informes, las tropas ucranianas han avanzado hasta 20 kilómetros dentro del territorio ruso de Kursk.
Las fuerzas de Kiev lanzaron el martes un ataque sobre la frontera rusa, arrasando Kursk en un ataque sorpresa apoyado por drones y fuego de artillería.
El Ministerio de Defensa de Rusia dijo el sábado que «las fuerzas armadas continúan repeliendo el intento de invasión de las fuerzas armadas ucranianas», añadiendo que los combates se centraron en asentamientos situados a 10-20 kilómetros dentro de Rusia.
Como muestra de la gravedad del ataque, Rusia impuso el sábado un régimen de seguridad en tres regiones fronterizas y anunció también el estado de emergencia federal tras el ataque.
Rusia evacuó a 76.000 personas de la región de Kursk tras la incursión, según la agencia de noticias Tass.
El presidente ucraniano, Volodymr Zelenskyy, reconoció que la guerra se está trasladando a territorio ruso durante su discurso nocturno del sábado, destacando los esfuerzos de Ucrania para llevar el conflicto más allá de sus fronteras.
Elogió a las fuerzas ucranianas por sus esfuerzos y dijo que tomó nota de los informes de los oficiales militares sobre sus avances.
Zelensky destacó la capacidad de Ucrania para ejercer presión sobre el agresor, lo que marca un cambio significativo en la dinámica del conflicto a medida que se extiende a territorio ruso.