TOKIO: El primer ministro japonés, Fumio Kishida, dijo el miércoles (4 de mayo) que no podía aceptar la decisión de Moscú de prohibirle a él y a otros 62 ciudadanos japoneses la entrada a Rusia, y que Rusia tenía toda la responsabilidad de llevar las relaciones bilaterales a donde están ahora.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia anunció anteriormente sanciones contra 63 funcionarios, periodistas y profesores japoneses por participar en una «retórica inaceptable» contra Moscú.
La decisión se produjo después de que Japón impuso sanciones contra el presidente ruso Vladimir Putin y otros líderes políticos y empresariales por la invasión de Ucrania. Moscú llama a su acción allí una «operación militar especial».
«La invasión rusa de Ucrania es una clara violación del derecho internacional. Matar a un gran número de civiles inocentes constituye una grave violación del derecho internacional humanitario y un crimen de guerra», dijo Kishida a los periodistas en Roma.
«Es la parte rusa la que recurrió a las armas y provocó la situación actual… El anuncio ruso (sobre la prohibición de entrada) es absolutamente inaceptable», dijo, tras conversaciones con el primer ministro italiano, Mario Draghi.
Cuando se le preguntó acerca de las posibles contramedidas, Kishida, quien tiene previsto reunirse el jueves con su homólogo británico, Boris Johnson, dijo que Japón planeaba responder adecuadamente mientras cooperaba con la comunidad internacional.