Del 18 de marzo al 30 de mayo de 2022, el Museo de Arte de Seattle presenta “Nuestro Planeta Azul: Visiones Globales del Agua“, una exposición que muestra las muchas formas en que artistas de todo el mundo han representado el agua y su papel en la vida humana.
Imágenes: Utagawa Hiroshige“Provincia de Awa, Remolinos de Naruto” (Awa, Naruto no fuha), de la serie “Vistas famosas de las sesenta provincias” (Rokujuyoshu meisho zue), 1855. Museo de Arte de Seattle ·· Anónimo, Kwakwaka’wakw, Máscara de Ḱumugwe’ (Jefe del Mar), ca. 1880. Museo de Arte de Seattle
Amenazante y salvaje en los estampados de Hiroshige, elemento lúdico en las piscinas de Adrienne Elise Tarver. Hogar de criaturas legendarias, deidad… Desde la antigüedad, el agua ha estado presente en el arte de prácticamente todas las civilizaciones y culturas del mundo. Por tanto, una exposición cuyo fin es mostrar la “Visiones Globales del Agua” es necesariamente ambiciosa e, inevitablemente, a pesar del esfuerzo realizado por presentar un abanico de obras de distintas épocas y territorios, deja fuera a varias de estas “visiones globales” ya muchos artistas que han ofrecido una interesante interpretación del agua.
En cualquier caso, el cerca de 80 obras incluidas en la exposición “ofrecer recordatorios de los grandes placeres que brinda el agua al tiempo que recurren a artistas que nos ayudan a enfrentar el impacto de nuestra especie en el planeta“, en palabras de Pamela McClusky, curadora de Arte Africano y Oceánico del museo. Algunas de las galerías incluyen obras de arte que presentan una visión «clásicamente artística» del agua, como «Océanos con cuerpos como el nuestro” o el muy juguetón “Piscinas de Placer y Reverencia“, en otros la relación con el agua es más indirecta, como por ejemplo “Memorias trágicas del comercio mundial“, donde dos obras de Marita Dingus recuerda los horrores de la trata de esclavos a través del Atlántico.
Según el Museo de Arte de Seattle, “las respuestas artísticas al agua que se encuentran en “Our Blue Planet” van desde la maravilla y el asombro hasta la ira y la revelación, invitando a los espectadores a aprender, soñar y comprometer su empatía para crear un cambio social y ambiental.”