Una grave sequía en 2019 reveló sitios arqueológicos previamente inundados entre los embalses de Valdecañas en la provincia española de Cáceres, informó El País. Los expertos excavaron el 93% del área.
Entre 2019 y 2023, las autoridades nacionales y regionales se apresuraron a preservar y estudiar los restos arqueológicos antes de que fueran saqueados o nuevamente perdidos por el aumento del nivel del agua. El sitio se inundó anteriormente en 1957 y no ha sido accesible desde entonces.
Según un informe del Ministerio de Cultura del país, los arqueólogos encontraron todo un tesoro: un dolmen megalítico; la cartografía completa de la ciudad romana Augustobriga; tres jabalíes de piedra elaborados por los vettones, pueblo prerromano; Sitios de enterramiento calcolíticos; altares romanos; Monedas medievales; y juegos de mesa.
En septiembre de 2019, el Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE) recibió un aviso sobre la emersión del conjunto megalítico dolménico de Guadalperal. Las 140 losas de granito que componen la estructura forman una cámara funeraria de 16 pies de diámetro y un corredor de casi 33 pies de largo y 5 pies de ancho. La estructura está flanqueada por cantos rodados de cuarcita que forman un anillo circular. En 2021 se recolectaron más de 100 objetos arqueológicos que datan de entre el quinto y el tercer milenio a.C. Se cree que el sitio es un asentamiento romano rural especializado en la producción de aceite de oliva.
En el convento tardomedieval de Alazra los expertos identificaron una moneda acuñada durante el reinado de Alfonso X (1252-1284), así como restos de murallas erigidas ante el monasterio.
Dos romanos decorados. estelas y un alquerque También se encontraron juegos de mesa en el paraje cercano El Roncadero.
En 2021 se ha realizado un análisis detallado del urbanismo de Augustobriga mediante prospección arqueológica intensiva y fotogrametría tridimensional con drones. Utilizando esta tecnología, los expertos pudieron crear un plano detallado de la ciudad antigua y encontrar artefactos previamente desconocidos, como una piedra tallada en sillar y labrada con un fascinum o falo divino tallado en un asiento dentro de los baños. Un estudio de 2021-22 confirmó que la ciudad tenía más de 54 acres, con un muro, un foro y baños públicos. También contaban con acueducto, alcantarillado y amplias zonas con estructuras habitacionales. Fuera de los límites de la ciudad había lugares de enterramiento, entre otras estructuras.
En las paredes de la iglesia de los Santos Mártires había un epígrafe funerario en latín, que se traduce como “Marco Villius, hijo de Marco, de la tribu Papiria, emeritense [a native of Mérida]aqui yace.»
A lo largo de las orillas del embalse del castillo de Alija, el equipo descubrió dos jabalíes de piedra fabricados por los Vettones.
Cerca se encontró otra escultura prerromana de una pareja de jabalíes. Mide 48 pulgadas de largo y 26 pulgadas de ancho, con un peso de 1,477 libras, es la primera escultura conocida de este tipo con una hembra de jabalí.
También se identificó en la zona una tumba de losa parcialmente saqueada, con varios restos humanos.
“Fue un proceso doblemente enriquecedor. Por un lado, el valor intrínseco de una estrategia conjunta para salvaguardar un patrimonio que había estado bajo el agua. Por otro, la interpretación resultante de cuatro años de colaboración entre este departamento y los agentes, instituciones y actores de diversas administraciones, unidos bajo el objetivo de preservar en las mejores condiciones posibles un patrimonio arqueológico que es de todos”, afirmó Isaac Sastre. de Diego, director general del departamento de Patrimonio, Cultura y Bellas Artes del Ministerio.
La mayoría de los hallazgos fueron enviados al Museo de Cáceres, donde serán expuestos.