En Palm Beach, en el sureste de Florida, cerca de Mar-a-Lago, la residencia del expresidente Donald Trump, hay un restaurante de comida cubana que tiene un cartel que dice “Patria y vida”, la cancion responsabilidad como una especie de himno de protesta a los manifestantes del 11 de julio de 2021 en cuba
Jorge Alfonso, propietario del restaurante, llegó a Estados Unidos desde Cuba en el éxodo del Mariel en 1980, cuando era un niño. El Mariel fue la mayor migración en masa desde que la isla comenzó a ser gobernada por Fidel Castro en 1959. Se estima que al menos 125.000 cubanos fueron al exilio en ese éxodo, la inmensa mayoría a las costas de la Florida.
Capri Bakery & Restaurant está en Southern Blvd, la amplia calle situada cerca de Mar-a-Lago. Como en un carrusel interminable suena una balada en inglés de los años 90, un tema pop en español y una salsa puertorriqueña. Alfonso sirve sándwich cubano, frijoles negros, dulces, croquetas y pasteles de diferentes tipos, típicos de la comida cubana. El restaurante también ofrece música en vivo y karaoke.
Palm Beach cayó bajo los focos mediáticos cuando en 2016 Donald Trump llegó a la Casa Blanca. No obstante, la vida no ha cambiado mucho, dijo Alfonso, quien lleva casi cuatro décadas residiendo allí, y ha conocido a estrellas, artistas y deportistas famosos que viven en la zona. Muchas personas se manifiestan en apoyo al expresidente en la acera de enfrente del restaurante.
Cuando ocurrieron las protestas en Cuba el 11 de julio, las mayores en 60 años de gobierno socialista y que fueron reprimidas con violencia por la policía, los cubanos exiliados de todo el mundo se manifestaron en apoyo a sus compatriotas.
Alfonsó colocó el cartel de «Patria y Vida», fue a Washington a protestar en solidaridad y pidió ayuda para los cubanos en el programa del conocido hombre de influencia de Miami Alexander Otaola.
“Siendo yo de descendencia cubana, nacido en Cuba, tengo un deber moral de transmitir nuestro dolor a todos aquellos que quieran saber. Creo que escondernos detrás del dolor no ayuda en nuestro destierro”, dijo Alfonso a la Voz de América mientras muestra fotos de cuando junto a un grupo de cubanos protestó frente a la embajada de Cuba en Washington.
Lo que siente por Cuba se lo enseñaron a sus padres, hoy desaparecidos, quienes hace 37 años fundaron el negocio familiar, dijo Alfonso.
Organizaciones de derechos humanos cifraron en 1.812 las detenciones ocurridas en las manifestaciones del 11 de julio de 2021. Prisoners Defender, una organización con sede en Madrid, España, asegura que en la isla hay 1.066 personas presas por motivos politicos.
El gobierno cubano califica de “contrarrevolucionarios” a los opositores.
“Yo creo que nuestras ansias de una Cuba libre, de una transformación social, política, económica en Cuba, hace que el mínimo movimiento a favor de esa esperanza nos inyecte esa fuerza”, dijo Alfonso, y agregó que como muchos cubanos, ansía poder ver la tierra que lo vio nacer, libre.
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