Ha habido nuevos llamados esta vez de la Fundación Ahmed Kathrada, una organización llamada Whistle-blowers House y un académico, para que se establezca una agencia gubernamental para velar por la protección y compensación de los denunciantes y sus familias.
Ha habido una serie de asesinatos de personas que han expuesto la mala conducta y la corrupción. Los casos están sin resolver.
Dos casos destacados son el de Moss Phakoe, un activista anticorrupción del noroeste y funcionario de salud de Gauteng, Babita Deokaran.
La profesora Tina Uys de la Universidad de Johannesburgo cree que se debe hacer algo con urgencia.
“Se deben considerar varias formas de brindar apoyo a los denunciantes, especialmente durante la divulgación porque es cuando sufren represalias. Y una de las cosas que me gustaría sugerir es que se debe establecer una Autoridad de Quejas de Denunciantes como una institución del Capítulo 9. (Debe) implementarse para que los denunciantes puedan tener una organización que analice su situación a la que puedan acercarse”, explica Uys.
Video: la Fundación Ahmed Kathrada reacciona al informe del panel de expertos independientes de la Sección 89: