Los rebeldes del M23 de la República Democrática del Congo (RDC) han negado derribar un avión que transportaba a ocho cascos azules de las Naciones Unidas y en cambio culpó a las tropas del gobierno.
Ocho cascos azules pertenecientes a la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en el Congo (Monusco) murieron en un accidente de helicóptero este martes en Kivu del Norte, en el este de la República Democrática del Congo.
MONUSCO dice que los hallazgos iniciales indican que «el accidente fue causado por un objeto luminoso».
Agrega que no descarta la posibilidad de un atentado.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y la embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield, condenaron los ataques.
El accidente se produjo en medio de enfrentamientos militares entre el ejército congoleño (Fardc) y los rebeldes del M23 en cuatro localidades de Kivu del Norte.
El ejército y los rebeldes se culpan mutuamente por el ataque al helicóptero.
Guterres está profundamente preocupado “por el resurgimiento de las actividades del M23”.
El siguiente video muestra los enfrentamientos entre el grupo rebelde M23 y las tropas del gobierno en el norte de Kivu: