Según los informes, el conflicto entre las comunidades Teke y Yaka fue provocado por una disputa sobre los impuestos territoriales consuetudinarios.
Desde julio, la inseguridad ha obligado a miles de personas a abandonar sus hogares en Kwamouth, cerca de la frontera con la República del Congo.
escape en canoa
Los últimos datos indican que 27.000, principalmente mujeres y niños, han sido desplazados y necesitan asistencia urgente en las provincias de Kwilu y Mai Ndombe.
Otras 2.600 personas han buscado refugio en la República del Congo tras cruzar el río Congo en canoas. Muchos se han separado de sus familiares mientras huían en busca de seguridad.
“Las fuertes lluvias han hecho que llegar a un lugar seguro sea más difícil para los civiles y varias rutas clave se han vuelto intransitables para los vehículos humanitarios brindando asistencia vital”, dijo ACNUR Representante en la RDC, Angele Dikongue-Atangana.
Señaló que los equipos de ayuda que habían llegado a las comunidades desplazadas informaron que las personas huyeron para salvar sus vidas, buscando seguridad en el bosque.
Cosechas desatendidas
Muchos tuvieron que abandonar sus granjas y sus cosechas, y caminar durante días para llegar a la ciudad de Bandundu, a unos 245 kilómetros (o 152 millas) de distancia.
Las familias anfitrionas en Bandundu y otras ciudades han acogido a quienes se vieron obligados a huir, dijo la agencia de la ONU. Un jefe local acogió a 28 personas, incluido un joven que resultó herido en los enfrentamientos.
Otra familia anfitriona ha abierto sus puertas a 77 personas, pero los recursos se están agotando y otros los hogares han comenzado a racionar las comidas a una por día.
Política de puerta abierta
En la frontera con la República del Congo, ACNUR ha apoyado a las autoridades registrando a los recién llegados y proporcionando artículos de socorro.
Una vez en la República del Congo, muchos solicitantes de asilo encuentran refugio en familias de acogida. Pero las condiciones son precarias y algunos tienen que dormir a la intemperie, mientras que otros han construido refugios improvisados.
Aquellos que viven con familias anfitrionas se enfrentan a condiciones de hacinamiento.
niños desnutridos
“La comida escasea (y) más de 30 niños desnutridos han sido identificados por el personal de salud localincluido un niño con desnutrición severa que fue remitido al hospital más cercano en Gamboma”, dijo la Sra. Dikongue-Atangana de ACNUR.
El último desplazamiento en la República Democrática del Congo había ejercido una presión adicional sobre la respuesta de la agencia, que ya carecía de fondos suficientes para ayudar a 521.000 refugiados y más de 5,5 millones de desplazados internos.
Cuando solo quedan tres meses del año, solo se ha financiado el 40% del llamamiento de 225,4 millones de dólares.
De manera similar, en la República del Congo, ACNUR solo ha recibido 16 por ciento de los 37,4 millones de dólares que necesita para su respuesta a los refugiados este año.