Al menos 38 civiles, incluidos mujeres y niños, murieron en los ataques llevados a cabo por la Coopérative pour le développement du Congo (CODECO) en la mina Blakete-Plitu.
Más civiles fueron desplazados y reportados como desaparecidos cuando los atacantes prendieron fuego a la aldea cercana de Malika, donde, según los informes, también violaron a seis mujeres.
La misión de la ONU en el país, conocida por las siglas en francés MONUSCOllevó a cabo una evacuación médica el lunes, transportando a civiles gravemente heridos a instalaciones médicas en la capital provincial, Bunia.
Permitir el acceso de la ONU
El secretario general expresó su más sentido pésame a las familias de las víctimas y deseó una pronta recuperación a los heridos, dijo el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, en una declaración.
“Hace un llamamiento a las autoridades congoleñas para que investiguen estos incidentes y lleven a los responsables ante la justicia. El Secretario General también insta a las autoridades a garantizar el acceso inmediato, libre y sin obstáculos de MONUSCO a las áreas de los ataques para facilitar los esfuerzos para proteger a los civiles”, dijo.
El jefe de la ONU también ha pedido a todos los grupos armados en la República Democrática del Congo que detengan sus “crueles ataques” contra civiles.
También se instó a los combatientes a participar incondicionalmente en el proceso político del país y a dejar las armas a través del programa de Desarme, Desmovilización, Recuperación Comunitaria y Estabilización.
El Sr. Guterres subrayó el continuo apoyo de la ONU al gobierno y pueblo congoleños en sus esfuerzos por lograr la paz y la estabilidad.