Al igual que otros habitantes de Puerto Ayora, la principal población de la isla Santa Cruz, en Galápagos, Andrés González, un joven profesional de la odontología, vio con interés la llegada al archipiélago de los mandatarios del Ecuador, Guillermo Lasso, y Colombia, Iván Duque, y el expresidente estadounidense Bill Clinton el 14 de enero.
González llegó hasta el parque San Francisco, junto al malecón, para seguir de cerca la oficialización de la nueva reserva marina, que suma un área de 60.000 kilómetros cuadrados a la reserva creada en 1998, de unos 138.000 kilómetros cuadrados.
El acto se llevó a cabo a poca distancia del malecón, de forma simbólica, a bordo del barco Sierra Negra, con la presencia de invitados especiales.
González habló con la Voz de América sobre sus expectativas luego de la creación de la zona.
Además de la protección de las especies que habitan en las aguas que rodean al archipiélago, González dijo que la nueva reserva potenciará la llegada de más turistas a las islas, y señaló la necesidad de avanzar en el control del COVID-19, que ha golpeado con fuerza a quienes allí viven y que basan buena parte de su economía en la actividad turística.
“Se vive al 100% del turismo, no solamente local, sino extranjero”, dijo González.
Pero la expectativa principal se centra en materia ambiental. Eliécer Cruz, coordinador del colectivo ciudadano Más Galápagos y director del Programa Galápagos, de la Fundación Jocotoco, explicó a la VOA que el decreto ejecutivo suscrito por el mandatario ecuatoriano contribuye a la protección de lo que se considera una vía por donde circulan permanentemente múltiples especies marinas, como tiburones, ballenas, tortugas y delfines, entre otras.
Además, porque esa zona se conecta -hacia el noreste- con el espacio marítimo de la Isla del Coco, otro parque nacional ubicado en el Pacífico, frente a Costa Rica, lo que ampliará la protección.
Los mandatarios de Ecuador y Costa Rica, junto a sus colegas de Colombia y Panamá, se comprometieron en noviembre de 2021, durante la realización de la Conferencia Mundial de Cambio Climático COP26, a ampliar sus áreas de reserva marina en la búsqueda de «lograr el área protegida más grande del hemisferio occidental».
Para Cruz, uno de los temas “clave” a partir de la suscripción del decreto ejecutivo del gobierno ecuatoriano será que Colombia también concrete la ampliación de su reserva marina.
“Estaríamos dando un ejemplo concreto a nivel mundial de la importancia de proteger los mares, de proteger este planeta-océano, que es tan importante y que a veces vivimos a espaldas de ello”, explicó.
Con él coincide Maximiliano Bello, experto en política oceánica internacional y asesor de Políticas Públicas de Mission Blue. Afirma que se trata de un “momento histórico”, debido a la crisis ambiental, climática y de la biodiversidad que enfrenta el planeta entero.
“Este es el tipo de respuestas que necesitamos (…) Una ampliación de una de las zonas más icónicas del planeta es la respuesta que todos esperamos y creo que es un mensaje de esperanza tremendo”, puntualizó el experto a la VOA desde Galápagos.
Sin embargo, observe que hay un enorme desafío, que es la implementación de las acciones utilizadas a cuidar la nueva zona, como parte de un plan de manejo que permita conocer cómo se cuidará y vigilará. Además, se refirió a la necesidad de comenzar a trabajar en la investigación de la zona y así saber si se alcanzaran los objetivos trazados al decretar la creación.
Enjambre Flotante, una voz de alerta frente a la pesca a gran escala
Eliécer Cruz y Maximiliano Bello se refirieron también a la importancia de proteger ecosistemas como los de Galápagos de la pesca a gran escala, tal como ha sucedido en los últimos años en zonas cercanas al archipiélago ecuatoriano, debido a la presencia de enormes flotas internacionales.
En 2017, el gobierno del Ecuador capturó al barco pesquero chino Fu Yuan Yu Leng 999 dentro de la zona exclusiva de las islas. En su interior se hallaron alrededor de 300 toneladas de pesca, que aparecieron especies protegidas, como tiburones.
Desde entonces, el tema de la pesca ilegal a gran escala motivó una reacción global y amplia cobertura de medios internacionales. La Voz de América publicó el especial “Enjambre Flotante”, que alertaba sobre los peligros que se ciernen sobre el ecosistema de las islas, agravado por la presencia de la flota china que cada año llega hasta las mediaciones de las islas en búsqueda del calamar gigante, principalmente.
Para Cruz, “los medios de comunicación y, en este caso, la Voz de América han hecho un trabajo excepcional y este reportaje, que no solamente fue a nivel de medios digitales, sino a través de televisión, salió en todos los medios de comunicación del Ecuador. Entonces, obviamente que eso tuvo un impacto importante, para tomar más conciencia y para que el gobierno tome las medidas adecuadas”.
Bello aseveró que el mensaje tras la creación de la nueva zona debe extenderse a todo el mundo. “Particularmente a aquellos que están extrayendo de forma indiscriminada, destruyendo el futuro en el fondo [del mar], únicamente por hacer una ganancia de corto plazo”, agregó.
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