El Salvador amaneció hace un año con doble moneda, el dólar estadounidense adoptado a principios del año 2001 y el bitcóin, la criptomoneda a la que el presidente Nayib Bukele le adjudicaba el poder de aportar soluciones inmediatas a los problemas económicos de los salvadoreños.
Desde la aprobación de la Ley Bitcóin -el 5 de junio- surgieron las primeras críticas por una política pública que se había saltado –según los economistas- cualquier discusión técnica en la Asamblea Legislativa que es dominada por el oficialismo con el partido Nuevas Ideas.
Ya ha pasado un año, y el bitcóin continúa en su carrera de salto de obstáculos de acuerdo a expertos, y la apuesta del gobierno salvadoreño de convencer a sus connnacionales en Estados Unidos de volcar sus remesas por la plataforma creada por el Estado Monedero Chivo tampoco ha dado resultados.
“La apuesta ha sido fallida por ponerla en términos benevolentes (…) se la vea por donde se la vea es un rotundo fracaso”, dice a la Voz de América el analista Carlos Acevedo, expresidente del Banco Central de Reserva (BCR) en El Salvador y ex economista del Banco Mundial, en Washington DC.
Informes del BCR del país centroamericano indican que menos de un 2 % de los inmigrantes salvadoreños en Estados Unidos hacen uso del criptoactivo para enviar dinero a sus familiares, un punto que los economistas evidencian como un “fracaso”.
“El presidente estableció que El Salvador se iba a ahorrar unos 600 millones en comisiones por el pago del envío de remesas. Si el propio BCR ha estado demostrando mes a mes que menos del 2 % de las remesas están entrando por billeteras digitales yo lo evaluaría como un fracaso”, comenta Acevedo.
Tampoco hay datos del otro objetivo planteado por el gobierno salvadoreño de que el bitcóin era la solución al problema de exclusión financiera de gran parte de la población salvadoreña excplica a VOA la economista Tatiana Marroquín.
De ahí los cuestionamientos para la puesta en marcha de una política pública ejecutada con recursos del estado, aunado a la falta de transparencia agregan más cuestionamientos, apunta Marroquín.
“Hasta el momento me parece que es un gran fracaso promover la inclusión financiera a través de bitcóin por distintos componentes, pero uno de los principales es que el obstáculo financiero de la inclusión que hay en El Salvador no es porque no habían aplicaciones sino por capacidad de ingresos y capacidad económica de la población”, explica Marroquín.
Mirada académica a un tema monetario
El economista estadounidense Steve Hanke, profesor de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore, Maryland, enumeró en un artículo publicado el viernes reciente por Revisión Nacional con el título “Veredicto para el experimento Bitcóin de El Salvador: fracaso”, donde este experto detalla uno a uno “los fracacos” del proceso de adopción de la criptomoneda en el país y analiza los aspectos de “tergiversación” que se dieron en la creación de la ley y su implementación.
Y ajusta su análisis con datos que fue ofreciendo durante el año en curso -en otros artículos- desde que el gobierno de El Salvador se decantó por el bitcóin.
Desde su pericia como profesora de ciencias económicas Hanke asegura que “el proyecto bitcóin de Bukele se basó en falsas promesas de principio a fin. Un fracaso total».
«La primera tergiversación, y quizás la más crucial fue la calificación de Bukele de que la ley bitcóin es una ley de ‘moneda de curso legal’. Pues la ley Bitcóin fue una ley de licitación forzada», dice el economista, a partir de los mecanismos para forzar la economía salvadoreña a adoptar el bitcóin.
«La segunda tergiversación de Bukele fue que la ley Bitcóin, y la Monedero Chivo que la acompaña, darían como resultado una fuerte reducción en el costo de enviar remesas a los salvadoreños», dijo el experto argumentando que ya para ese momento estudios del Banco Mundial indicaban que el costo de enviar remesas a El Salvador es el más bajo en el continente y sexto en todo el mundo.
Efecto contrario
Para el economista Carlos Acevedo, de lo que si no queda duda es que la adopción del bitcóin como moneda de curso legal del país, más otras distorsiones propias del momento político de El Salvador como “los retrocesos en la institucionalidad democrática” van jugando en efecto contrario a lo que vaticinaba el gobierno.
La constante pérdida de confianza en la capacidad del pago del país, el no tener un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la deuda por pagar que se avecina en 2023 ponen en mayores dudas la estrategia económica del gobierno salvadoreño.
Si a eso se suma, según este experto, la opción anunciada en noviembre del año pasado por el presidente Bukele de crear un lote de bonos bitcóin de más de 1.000 millones de dólares para financiarse la construcción de Ciudad de Bitcóin sin necesidad de contar con los organismos multilaterales del consenso internacional.
Al respecto el FMI ha sido claro en que será difícil desentrampar las negociaciones para un acuerdo con El Salvador bajo ese panorama y la estrategia del país en su apuesta por la criptomoneda.
“La adopción del bitcóin como moneda genera una serie de cuestiones macroeconómicas, financieras y legales que requieren un análisis muy cuidadoso”, ha dicho Gerry Rice, portavoz del FMI en Washington DC.
Además argumentó que “los criptoactivos acarrean riesgos significativos para la economía”, con lo que llamó al gobierno salvadoreño a una regulación estricta y sugirió derogar la ley.
El ministro de Hacienda del presidente Bukele ha dicho por su lado que “ningún organismo multilateral les va obligar a hacer nada, absolutamente”, con lo que dejó claro a principios de este año que el proyecto económico insigne de la administración Bukele seguiría su curso, y las compras sucesivas de más bitcoines en el segundo semestre de este año indican la decisión tomada.
La propuesta de la ciudad circular de tecnología digital la presentó el mandatario en un encuentro de evangelistas del bitcóin -como se llama a los seguidores de la criptomoneda- en una playa salvadoreña donde sigue circulando.
Acevedo opina que otro podría ser el escenario actual si en estas fechas el criptoactivo estaría en el precio que especulaban sus seguidores, que al empezar el 2022 estaría por encima de los 100.000 dólares la unidad, pero el efecto ha sido el contrario, la divisa cayó y fluctua en el entorno de los 20.000 dolares.
Durante este año las compras de los 2.300 bitcoines hechos por el gobierno salvadoreño están muy por encima de lo que está valorada la criptodivisa en este momento. El economista Acevedo dijo a VOA que sólo 80 de los bitcoines comprados y anunciados por Bukele en sus redes sociales están por debajo de los 20.000 dólares, para el resto El Salvador arrastra pérdidas.
¿Qué opinan algunos salvadoreños?
Arleth Guevara, comerciante del centro de San Salvador, dijo a la Voz de América que al principio hubo entusiasmo más pero luego se debilitó, sin embargo existe todavía interés: «Ha venido decayendo quizás por falta de conocimiento acerca de la moneda, pero en mi negocio bastante gente sólo tiene dinero en bitcóin y si uno no acepta, pierde la venta».
Guevara dijo que incluso que está programando asistir a un seminario para obtener información. «Voy a darme por enterada sobre cuánto vale el bitcóin, cuándo uno lo puede canjear, todo eso espero yo aprender e implementarlo.
«La experiencia ha sido bastante buena ya que hemos tenido varias transacciones en ese tipo de monedas. Como restaurante nosotros hemos estado abiertos a poder aceptarlos», explicó a la VOA René Alemán, gerente de restaurante Cha Cha Chá, en San Salvador.
Explicó que «hay facilidades» para usar, en alusión a la infraestructura para hacer las transacciones.
No obstante dijo que en este orden dominaba «el pago por tarjetas, en efectivo y en bitcóin». Agregó que los que más utilizan el bitcóin son extranjeros (80 % de los pagos en bitcóin en su restaurante corresponden a extranjeros), locales (20 %).
Además explicó Alemán que los clientes extranjeros que pagan con bitcóin son en su mayoría europeos y estadounidenses.
El salvadoreño Santos Eliseo Ramírez, encargado de una peluquería en la capital San Salvador, dijo que es raro recibir pagos en bitcóin.
«En realidad la moneda actual es el dólar», afirmó.
Debilitamiento económico de El Salvador
El experto en remesas y desarrollo de Diálogo Interamericano en Washington DC, Manuel Orozco, comenta a la Voz de América que a un año de adopción del bitcóin “el experimento” de El Salvador deja ver con claridad las leyes de la economía de mercado.
Y que el poco rendimiento dado por el bitcóin demuestra que la intención política del gobierno dista de la realidad económica del país centroamericano.
Contrario también a lo que aducía el gobierno salvadoreño y sus seguidores del bitcóin que el resto de países seguirían en efecto de cascada con su «política monetaria», al considerar que el país estaba «rompiendo barreras» para una economía de futuro.
Para Orozco el problema radica en que «el valor de una moneda está sostenido por la oferta y demanda del peso de una economía. Si su economía es débil, su moneda también lo será. El Salvador ya desde 2020 entró en mayor debilitamiento económico, y el ambiente político redujo el clima de inversión externa y nacional; el resultado ha sido una mayor dependencia de remesas y menor productividad. Bitcoin no pudo resolver estos desafíos de la economía del país, y más bien, agregó mayores costos al déficit fiscal del país” , explica Orozco a VOA.
En ese sentido agrega que no debe sorprender a nadie que el valor de adoptar la divisa como moneda sea insignificante para los salvadoreños en su día a día, y menos en el mundo de las transferencias “en donde lo que prevalece es transar con una moneda que tenga peso económico, como el dólar”, apunta.
Una posición que comparten la economista Tatiana Marroquín y Carlos Acevedo, pues se estima que un 1.5 millones de salvadoreños abrieron la cuenta de Monedero Chivo para obtener los 30 dólares de bono “que regalaba” el gobierno, al suscribirse, pero pasado eso abandonado de lado y siguió utilizando la moneda de curso fuerte del país, el dólar.
Otro aspecto que ha dejado marcado el primer año de bitcóin en El Salvador dicen los expertos es la “total falta de transparencia” en el uso de los fondos públicos autorizados por la misma Asamblea Legislativa para echar a andar la criptomoneda.
“Al no existir transparencia ni acceso a los portafolios de cómo se han utilizado los recursos públicos” es difícil cuantificar y hacer una medición más exacta del impacto del bitcóin en la economía y las finanzas públicas.
El mandatario salvadoreño Nayib Bukele ha asegurado a sus seguidores que su estrategia con el bitcóin “es simple: mientras el mundo cae en la tiranía (nosotros) crearemos un refugio para la libertad”, sus seguidores han replicado el llamado para que los inversores vayan corriendo al pequeño país, pero aún no llegan.
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