“Quiero los fuegos artificiales/Quiero la química”, anunció Katie Gavin en “What I Want” de MUNA. “Eso es lo que quiero/No hay nada malo/Con lo que quiero”. La canción vibra con un hedonismo sin remordimientos, posicionando el hambre de Gavin (por inyecciones y drogas, por «bailar en medio de un bar gay», por la atención de un lindo extraño) como justa. Comparemos eso, entonces, con “I Want It All”, el tema que abre el nuevo disco de Gavin. Que alivio. Si bien su título puede sonar igualmente deseoso, la canción traza un camino más sutil y gentil: sobre una guitarra suavemente punteada con los dedos, Gavin anhela suavemente la gracia y la compasión en una relación, un amante que prometa «perdóname/no estoy seguro». para qué todavía”.
Este cambio de tono caracteriza Que alivioel debut de Gavin como solista. El registro no supone un alejamiento total de MUNA; Gavin ha prometido que esto no indica una ruptura para el trío, sino que comprende canciones que Gavin escribió durante una serie de años y presentó a sus compañeros de banda, quienes decidieron que no encajaban del todo en el sonido de MUNA. “MUNA se ha vuelto tan ambiciosa que las canciones tienen que ser escalables hasta un cierto tamaño”. Gavin ha dicho. las canciones en Que alivioentonces, representan la composición de Gavin reducida, reemplazando los coros del tamaño de un festival de la banda con letras con los pies en la tierra y toques de producción folk. Si bien no alcanza los altos niveles del trabajo de Gavin con MUNA, Que alivio ofrece autorretratos introspectivos cuyo sonido recuerda la juventud de Gavin e historias ricas en el tipo de empatía que solo se gana con el tiempo.
Gavin se inspiró para Que alivio de un sonido que ella llama “Lilith Fair-core”, y hay ecos de cantautoras de finales de los 90 y principios de los 2000 a lo largo del disco: su voz melodiosa en “Aftertaste” se hace eco de Alanis Morissette; la arrogancia furtiva de “Sanitized” evoca a Fiona Apple o Tori Amos; la mandolina y el violín en “Inconsolable”, interpretado por Sean y Sara Watkins de Nickel Creek, recuerdan a las Chicks. El álbum no es del todo un retroceso; Gavin tiene una voz distintiva y sus canciones se basan en el presente. Pero el ADN de sus canciones favoritas de la infancia es evidente en su forma de cantar, como ver una foto de tu madre cuando tenía tu edad y darte cuenta de lo similares que sois.